Calle de las ostras, donde se resguarda la esencia de Vigo

Ostreros y ostreras preparan a lo largo del día estas “perlas de la gastronomía de Vigo”, las condimentan solamente con un poquito de limón y un chorrito de albariño, y ya está, ¡listo para comer! ¿Te apetece probarlas? Aquí podrás descubrir los mejores sitios donde se puede saborear esta verdadera exquisitez de la comida gallega de la que nunca se cansan los vigueses. A lo largo de la calle se organizan también otras actividades relacionadas, así que pasear por aquí no se trata solo de comer, sino de verdaderamente adentrarse en la esencia de Vigo.

La ostra es un molusco bivalvo cuyo entorno natural está en los fondos marinos, unido a las rocas o enterradas hasta unos 80 metros de profundidad. Pueden ser de color gris, verde o pardusco, con tintos más o menos notables de violeta o marrón. Entre las varias especies de este marisco que existen, la más común es la Ostrea edulis.

Es uno de los mariscos más consumidos que suele comerse fresco y crudo, apreciado en varias culturas del mundo entero. Para aprovechar de la ostra, se necesitan utensilios específicos pies su concha es muy dura, pero una vez abierta son brillantes y la carne es tierna. Otra peculiaridad de este molusco es la capacidad para algunas a producir perlas naturales, pero es rarísimo encontrarlas.

En Galicia, la mayoría de las ostras que se cultivan son de variedad plana, ya que se pueden encontrar en las costas atlánticas y mediterráneas, y su cultivo y recolección se remontan a la época de los romanos. En la actualidad y desde hace varios siglos, en la ría de Vigo se preparaban las ostras fritas, que se hacían en escabeche en barriles de madera.

En Vigo, hay actualmente cuatro otreras que venden las ostras cada día en el barrio histórico de la ciudad.

Elemento emblemático de la gastronomía viguesa, las ostras son sin duda alguna la “perla gastronómica de Vigo”. No obstante, no son la única exquisitez que les propone la mayor ciudad de Galicia, sino que a ellas se juntan otros productos; el pescado y los mariscos, presentes en cualquier menú de cualquier restaurante digno de considerarse gallego. Junto a las ostras, los mejillones son otro producto del mar que se cultiva en las bateas de la ría de Vigo.

También llamadas mejilloneras, se tratan de grandes plataformas de madera destinadas al cultivo de los bivalvos propios de las rías gallegas. De estas mismas están suspendidas unas maromas en las que se crían a la vez la ostra y el mejillón. Se recogen por pescadores en sus “bateeiros” para luego ser vendidos en los mercados de abastos, o preparados en los restaurantes.

Si quieres ver estas estructuras típicas de Vigo, puedes reservar un paseo en un barco tradicional por la ría, durante el cual la guía te enseñará todo lo que tienes que saber sobre el cultivo en las bateas. Esta actividad incluye bebida y degustación a bordo, por lo que podrás no solo disfrutar de las espectaculares vistas durante la navegación sino también de la riqueza de la gastronomía de la región.