La historia de la Playa de las Moreras se remonta a muchos siglos atrás. En el pasado, la zona era más conocida como un activo puerto fluvial que unía Valladolid con otras partes de España. El río Pisuerga desempeñó un papel vital en el transporte de mercancías, impulsando el desarrollo económico de la región. Con el tiempo, las orillas del río se urbanizaron para crear un espacio de ocio y esparcimiento para los vallisoletanos. Las moreras –estos árboles de troncos rectos con muchas ramas, copas abiertas, hojas ovaladas y frutos blanco, rosas o violetas que comúnmente llamamos moras– se plantaron a lo largo de la playa, dando nombre al pintoresco lugar.
Sin embargo, la historia de la Playa de las Moreras no se limita a su pasado industrial y comercial. Durante la Guerra Civil española (1936-1939), este litoral desempeñó un importante papel como lugar seguro de muchos refugiados y desplazados. Fue testigo de tiempos difíciles, pero también de actos de solidaridad y resistencia. Con el paso de las décadas, la Playa de las Moreras se ha convertido en un lugar de encuentro y ocio para los vallisoletanos. Las familias se reúnen para disfrutar de la naturaleza que la rodea, de las refrescantes aguas del río y de las actividades al aire libre. Es un lugar donde se crean recuerdos que se transmiten de generación en generación.