Eivissa, el corazón de la isla balear

Eivissa es una ciudad cargada de historia, testigo de los numerosos movimientos e invasiones que han tenido lugar en el Mediterráneo a lo largo de los siglos. En el año 654 los cartagineses construyeron la ciudad de Ibosim, una fortaleza estratégica y comercial, además de excelente puerto natural. Luego encontraron las riquezas en las salinas de la isla, que empezaron a explotar. De esta época púnica se conserva muy bien la necrópolis de Puig des Molins.

Tras la caída de los cartagineses en 146 a.C., Ibiza se convirtió en un hervidero de piratería antes de ser invadida por el Imperio Romano en el año 70 d.C. Después fue invadida por los vándalos de Genserico, los bizantinos y el emirato de Córdoba. Tras haber sido musulmana durante mucho tiempo, Ibiza fue objeto de una violenta reconquista cristiana por Jaime el Conquistador en 1229, y quedó definitivamente bajo dominio catalán. A lo largo de los siglos, siguió siendo refugio de piratas y corsarios, que sin duda dejaron su huella en el imaginario de la ciudad. Incluso puedes ver un monumento en su honor en medio del Passeig Maritim del puerto.

Si hay algo que no debes hacer en Ibiza, es llevarte el coche. Es muy difícil desplazarse y aparcar (¡sobre todo en verano!). Te aconsejamos que vayas en autobús. El billete cuesta entre 2 y 3,50 euros. Horarios disponibles en Ibiza Bus.

La ciudad amurallada de Dalt Vila, el corazón histórico de la ciudad

El Casco Antiguo de Ibiza, Patrimonio Mundial de la Unesco, es una visita obligada: la fortificada Dalt Vila, con su poderosa muralla de siete baluartes, es un magnífico ejemplo de arquitectura militar renacentista. En la actualidad, sus aproximadamente dos kilómetros de muralla se encuentran entre las mejor conservadas de Europa. Puedes recorrerla a pie en menos de una hora y disfrutar de unas** vistas espectaculares del puerto** y la isla de Formentera. Las murallas se iluminan al atardecer para que disfrutes de un mágico paseo nocturno.

La Catedral de Santa María La Mayor (abierta de 9:30 a 13:30 y de 16:00 a 20:00) es el punto más alto de Dalt Vila y merece una visita por su arquitectura gótica y barroca, además de la magnífica vista que ofrece desde su plaza exterior sobre la ciudadela y el puerto de Ibiza.

En el casco antiguo de Ibiza hay dos excelentes museos: el Centro de Interpretación Madina Yabisa, que, con ayuda de instalaciones audiovisuales e interactivas, recorre la historia de la ciudad árabe medieval y ofrece a los aficionados un auténtico viaje en el tiempo; y el Museo de Arte Contemporáneo, que reúne numerosas obras contemporáneas de artistas vinculados a Ibiza de una u otra forma. En el sótano tendrás acceso a restos arqueológicos de la época fenicia, ¡historia en el corazón de la modernidad!

Con sus bonitas mesas de café y sus coloridos cojines sobre una escalera de piedra, el bohemio bar S'Escalinata es el mejor lugar para disfrutar de tapas y cócteles de fruta fresca en Dalt Vila. La cálida y soleada terraza te hace sentir más que nunca de vacaciones.

La necrópolis púnica:

Fuera del casco antiguo, la necrópolis púnica del Puig de Molins, la mayor conocida hasta la fecha, despertará la curiosidad de los amantes de la historia. Esta colina contiene multitud de cámaras funerarias subterráneas a las que se accede a través de un pozo. Los enterramientos más antiguos datan del siglo VII a.C., pero sólo una de estas cuevas está abierta a los visitantes. Los objetos (amuletos, vasijas, joyas, etc.) de estos enterramientos se exponen en el cercano Museo Monográfico del Puig dels Molins.

La zona del puerto es un punto caliente de las noches ibéricas. Lleno de bares animados y tiendas insólitas, este pintoresco barrio de pescadores se ha convertido en el corazón festivo de Eivissa. Las noches son largas y el ambiente es estimulante. Al pie de las murallas de la ciudad, el pintoresco barrio de Sa Penya, muy popular entre la comunidad LGBTQA+, tiene bares, restaurantes y tiendas excavados en la ladera, a lo largo de calles serpenteantes que recuerdan a una medina árabe.

Las discotecas de Ibiza tienen todas sus particularidades: la emblemática Pacha (3.500 plazas), la única discoteca que permanece abierta todos los fines de semana del año (y todos los días de mayo a octubre), situada cerca del casino, junto al puerto deportivo, o el Lolas Club, la única discoteca exclusivamente gay de la isla.

A seis kilómetros al norte de la ciudad de Ibiza está el pequeño pueblo de Sant Rafael de Sa Creu, que alberga dos de las discotecas más famosas del mundo: Amnesia (5.000 plazas), famosa por sus noches de "espuma", y Le Privilège, la mayor discoteca del mundo según el Libro Guinness de los Récords, ¡con capacidad para hasta 12.000 personas! 

La línea de autobús L3 sale de Ibiza ciudad y Sant Rafael de Sa Creu. 

Deberás pagar un mínimo de 40 euros por la entrada a las discotecas, dependiendo de los eventos de la noche. Las bebidas también son muy caras.

La temporada de fiestas es bastante limitada: de finales de mayo a finales de septiembre. El resto del año, Ibiza es muy tranquila. Para un poco más de paz y tranquilidad, ve al Cap d'Es Falco a contemplar una espléndida puesta de sol en la terraza de diseño del restaurante lounge bar Es Falco, en un ambiente chill-out al son de la radio Ibiza global. El bar está ambientado en un barco de pescadores. Túmbate en una hamaca o en una tumbona de madera con colchón blanco, disfruta de la vista de las salinas y relájate.

Vamos a la playa:

Las playas de los alrededores de Eivissa están abarrotadas en temporada alta. Te recomendamos la playa de Talamanca, accesible a pie a tres kilómetros de la ciudad, un magnífico tramo de arena fina frente a aguas translúcidas. El mar poco profundo es ideal para los niños o tomar un baño tranquilo, además de que los chiringuitos son muy acogedores.

En Figueretes, no lejos de la playa, entre los hoteles Náutico Ebeso e Ibiza Playa, te recomendamos que vayas a degustar excelentes tapas al Croissant Playa, regentado por Tina y Olivier, dos franceses que llevan ya muchos años en la isla española. Para los nostálgicos de la buena repostería francesa, ve al Croissant-Show de Eivissa, en la plaza del mercado, cerca del puente levadizo que marca la entrada a la ciudadela: ¡toda Ibiza acude allí las 24 horas del día para degustar los mejores croissants de la isla! También en Eivissa, prueba un pastelito local en la Pastelería Vadell, carrer d'Annibal 13, y no dejes de probar las hierbas, el alcohol local.