Tras haberlo visto con nuestros propios ojos, el lago de Salagou es uno de esos increíbles parajes naturales de Francia que nos transportan a un viaje alrededor del mundo, sin necesidad de coger un avión. Al igual que a nosotros, le sorprenderá la extraordinaria paleta de colores que componen este lago rodeado de rocas rojizas, que nos recuerda inmediatamente a África y sus tierras salvajes.
Este inmenso embalse artificial fue creado hace unos cincuenta años por el Consejo Regional, con el fin de crear una presa para regar los cultivos de los alrededores y regular las crecidas del río Salagou, que desemboca en el Hérault. Con una profundidad de unos 50 metros y una superficie de 7 kilómetros cuadrados, y un nivel de agua a 139 m de altitud, el Lac du Salagou ha sido clasificado como lugar Natura 2000, y en pocos años se ha convertido en una pintoresca atracción turística, una de las más populares del departamento.