Los mercados provenzales, que existen desde que la población empezó a poblar las tierras del sur de Francia, son un auténtico acontecimiento en la vida de un municipio, un lugar de encuentro y de intercambio, según la tradición provenzal.
En su origen, era el único medio que tenían los habitantes para abastecerse de fruta, verdura, pan, carne y pescado; los habitantes del Haut Var, por ejemplo, dependían de los pescadores de la costa para subir a vender sus productos en el mercado. Algunos mercados datan de la Edad Media. En aquella época, estos lugares eran la única forma de estar al tanto de las últimas noticias.