Descubrir Viena en primavera

Apie, en tranvía o incluso en coche de caballos para los más románticos, la Ringstraße, también conocida como el "Ring", es una visita obligada. Es un paseo excepcional que permite hacerse una idea de la arquitectura de la ciudad, tanto barroca como moderna, ya que este bulevar ceremonial rodea la ciudad. Está salpicado de numerosos edificios oficiales, hoteles privados, placitas, parques, monumentos y cafés chic.

Una tarde, tome asiento en la terraza de uno de estos famosos cafés, que invitan a relajarse tomando una copa. A orillas del Danubio también abundan las brasseries, donde podrá disfrutar del sol primaveral en un entorno de lo más agradable.

Disfrute de una jornada de compras típicamente vienesa en uno de los numerosos mercados de la ciudad, como el Naschmarkt, el Karmelitermarkt o el Brunnenmarkt: ofrecen un sinfín de delicias ecológicas de temporada y se suman a los placeres primaverales gracias a los numerosos puestos que ofrecen degustaciones.

No olvide los mercados de Semana Santa, que tradicionalmente abren a finales de marzo. Encontraráartesanía, huevos de colores, comida y bebida típicas y muchas actividades para los niños.

La primavera es una época ideal para disfrutar deeventos culturales. Cada año, el Festival de Viena -Wiener Festwochen en alemán- ofrece un amplio abanico de espectáculos durante cinco semanas entre mayo y junio.

El programa incluye una amplia gama de conciertos de música clásica y contemporánea, performances, teatro de vanguardia y espectáculos de danza, presentados en lugares emblemáticos como el MuseumsQuartier y el Ayuntamiento.

Las "Festwochen" ofrecen al público una treintena de producciones diferentes de una quincena de países y más de 150 espectáculos de todo tipo. Cada año, el festival inaugural atrae a miles de visitantes a la plaza del ayuntamiento, Rathausplatz. Encontrará abundante información en el sitio web de la Oficina de Turismo de Viena.

Alrededor de la capital, el bosque vienés, el"Wienerwald", despliega su collar de verdor y rutas de senderismo para los paseantes. Alberga la abadía capitular de los agustinos, que data del siglo XII. Otra excursión muy agradable le espera en el monte Kahlenberg. Desde su cima, a 500 metros sobre el nivel del mar, podrá disfrutar de unas vistas impresionantes de todo el valle vienés. Si se siente más deportista, puede continuar el ascenso hasta el vecino Leopoldsberg.

Pase una tarde en el parque natural de Lainz, a las afueras de Viena. Esta antigua finca de caza imperial de 2.500 hectáreas es un oasis a las afueras de la ciudad, donde jabalíes, corzos y ciervos campan a sus anchas. La mejor época para ver a todas estas hermosas criaturas retozar entre la vegetación es en primavera.

En medio del parque de animales se encuentra la casa de campo que el emperador Francisco José construyó en 1881 para su esposa Elisabeth (la famosa emperatriz Sissi), a medio camino entre una gran villa y un pequeño castillo. Llamada Villa Hermes en honor al dios mitológico, el nombre fue elegido por la emperatriz Sissi como homenaje a sus viajes por Grecia.

En la Villa Hermès, el Museo de Viena ofrece una interesante exposición sobre la historia de la casa: se han reconstruido algunas de las salas de estar de Sissi, incluida una diseñada por Gustav Klimt. Los apartamentos de Gisèle (hija de la emperatriz) en la planta baja se han convertido en un restaurante. Sirve excelentes especialidades, incluida la caza. Y si se detiene aquí, ¡disfrutará de una majestuosa vista del bosque desde la terraza!

Si quieres hacer unas fotos inolvidables para tu álbum de fotos o tu cuenta de Instagram, o simplemente disfrutar delambiente lleno de flores de la ciudad, hay unos cuantos "rincones" que deberías visitar. La Prater-Hauptallee, de 4,5 kilómetros, por ejemplo, se vuelve espléndida en primavera, cuando florecen miles de castaños.

Después de tomar unas cuantas fotos llenas de color, puedes matar dos pájaros de un tiro y dirigirte al parque de atracciones Prater de Viena para pasar un día de diversión o simplemente comer algo.

Otra famosa calle llena de flores es Hainburger Weg, donde los cerezos a ambos lados del camino peatonal extienden sus ramas hasta tocar y ocultar el cielo.

Por último, no olvide visitar el jardín de flores de Hirschstetten, que alberga una miríada de especies vegetales repartidas en más de 60.000 metros cuadrados. Hay casi treinta jardines temáticos, algunos de los cuales recrean un ambiente exótico, con jardines mexicanos, chinos, indios y provenzales. Otros se centran en una época concreta, como el jardín prehistórico. Con más de 69.000 flores primaverales y 15 cerezos japoneses, el lugar se vuelve absolutamente mágico en verano.

Strandhotel Alte Donau 4

A orillas del Danubio, este hotel de 4* le permitirá disfrutar del suave clima que reina en Viena en primavera tumbado en una tumbona junto al agua. El hotel también alquila bicicletas para explorar la ciudad.