Dos días en Burdeos, rumbo al Puerto de la Luna

Empiece el día paseando por la famosa rue Sainte-Catherine. Es uno de los lugares imprescindibles de la ciudad y no tiene pérdida. Esta calle totalmente peatonal une la plaza de la Comédie, no lejos del Gran Teatro, con la plaza de la Victoire y la columna Theimer. Tiene 1.200 metros de largo y 10 metros de ancho. Suele estar abarrotada de gente, por lo que es mejor llegar por la mañana, en cuanto abren las tiendas. Seguro que encontrará algo a su gusto y para todos los bolsillos. La Promenade Sainte-Catherine alberga más de 200 tiendas, desde lujosas boutiques hasta tiendas de barrio.

Ha pasado la mañana y empieza a tener hambre, así que el restaurante Afrodita estará encantado de recibirle. El menú a la carta ofrece especialidades griegas con una excelente relación calidad-precio.

Después de una buena comida, diríjase a Petrusse, a 9 minutos a pie de la calle Sainte Catherine. Con más de 300 puntos de venta, la boutique se ha convertido en un referente del diseño de pañuelos. Podrá adornar sus conjuntos más fácilmente eligiendo entre una gama de estolas de diferentes estilos.

Continúe el paseo y haga una parada en La Toque cuivrée, una casa tradicional especializada en canelés bordeleses. Degústelos de camino al Jardín Botánico, justo al otro lado del río y a 20 minutos en coche. Descubra una institución completa sobre el mundo de las plantas, un espacio dedicado principalmente a la conservación del patrimonio botánico. Se organizan visitas guiadas y eventos sobre diversos temas.

Para terminar el día, diríjase a l'Estacade para cenar en su restaurante panorámico, que sirve especialidades del suroeste de Francia. Situado sobre pilotes, el restaurante domina la Place de la Bourse.

En este segundo día, descubra por qué Burdeos es tan famoso. Desayune en Roze Bordeaux, que ofrece pasteles y brunchs. Coja el coche y conduzca 15 minutos hasta la famosa Cité du Vin.

También puede tomar la línea C del tranvía hasta Quinconces y luego la línea B hasta La Cité du Vin, lo que le llevará 20 minutos. Como su nombre indica, se trata de una exposición temática sobre el vino situada en el barrio de Bacalan. A lo largo de su visita, le ofrecerán diferentes opciones: degustación de vinos, exposiciones y eventos. La forma del edificio "recuerda tanto al vino girando en una copa como a los remolinos del Garona, que bordea el recinto". Con 55 metros de altura, tiene 10 plantas, la 7ª de las cuales alberga un restaurante gastronómico llamado Le 7, que ofrece una vista panorámica de todo el Port de la Lune.

Después de su visita, puede almorzar in situ en Le 7, o en el restaurante Scopitone, a 12 minutos en coche. Su cocina típicamente francesa es famosa por su foie gras, cocinado a la perfección por el chef.

El día continúa con el tema del vino, con excursiones organizadas a las afueras de la ciudad, a las zonas vinícolas de Médoc y Saint-Émilion. Acompañado por guías, explorará los viñedos, bodegas y castillos más preciados de Burdeos.

Para reservar, piche aquí.

Si no desea que le acompañen en su visita, algunas fincas son directamente accesibles en transporte público, como Château Luchey Halde, Château du Taillan y Château Pape Clément, uno de los Grands Crus más antiguos de la región. Los autobuses 23, 24 y 42 le llevarán en su dirección. Tras una larga jornada, el restaurante Tertre de Saint-Emilion estará encantado de recibirle y servirle cocina francesa con una excelente relación calidad-precio.

Al final de una jornada rica en descubrimientos, le sugerimos la Maison de la Tour para pasar la noche en un ambiente cálido.