El barrio de Mazarino fue diseñado en el siglo XVII, cuando Aix-en-Provence experimentaba un fuerte crecimiento demográfico. Era pues necesario ampliar la ciudad creando un barrio lujoso para los grandes burgueses de la época. Organizado según un plan accidentado, su corazón era la plaza des Quatre-Dauphins.
A principios del siglo XVIII, el segundo Presidente del Tribunal de Cuentas de la ciudad quiso construir una mansión privada digna de su cargo, que se distinguiera de las demás. Así nació el Hôtel de Réauville, que lleva el nombre de su propietario. Es una de las pocas residencias del casco antiguo de Aix-en-Provence con patio y jardín.
François Rolland de Réauville murió antes de que se terminaran las obras. La casa pasó entonces de mano en mano, hasta llegar a manos de Pauline de Caumont, de quien toma su nombre actual: el Hôtel de Caumont.