Existen tres tipos de flores autóctonas únicas y protegidas: la ancolía, la valeriana y el edelweiss así como el Lilium, una planta única y la "rosa amarilla" de Lendorf. Entretente reconociendo estas especies durante tus paseos en alta montaña. Se esconden entre brezo y liquen. Además de estas últimas plantas, sorprendentes supervivientes y que tienen a la vez un poco de alga y de champiñón, la flor que encontramos ahí arriba es el ranúnculo de los glaciares. Esta delicada planta, con el corazón amarillo y la corola blanca es una pequeña maravilla que hay que observar (por supuesto sin cogerla).