Bangladesh es uno de los países más poblados del mundo. Pertenecía a Pakistán hasta 1971 y posee un patrimonio arquitectural religioso increíble. Debido a su pobreza, tiene muy pocas estructuras turísticas: unas vacaciones en Bangladesh serán una verdadera aventura, pero muy ricas en experiencias humanas.
Entre India y Birmania, el país no tiene muchos relieves. Las colinas recubiertas de bosque están muy poco pobladas en comparación al resto del país. Un conflicto opone actualmente a las tribus de la región con los habitantes de las llanuras, ya que los primeros se niegan a ser desalojados para que sus tierras puedan ser explotadas. De hecho, para entrar en esa zona, es necesaria una autorización. Sin embargo, la zona de Rangamati está abierta a los visitantes que estén dispuestos a disfrutar el paisaje que rodea el lago Kaptai y sus pueblos de pescadores.
La sola región costera, Cox's Bazar, ofrece un paisaje muy singular. Los habitantes se bañan vestidos, no se aventuran a ir muy lejos y pocas mujeres deciden emprender esta aventura. Si queréis bañaros con más tranquilidad, las playas del sur están menos frecuentadas. La isla Saint Martin es también una pequeña joya: se puede hacer el tour de esta pequeña isla en un día y sus playas de cocoteros son ideales para reposar sus pies en aguas cristalinas.
El manglar más extenso del mundo, en el que solo se puede desplazarse en barco, se encuentra en el sur de Dacca, en la región de Sundarbans, clasificado parque nacional. Los conocidos tigres de Bengala, leopardos y elefantes, habitan estas tierras salvajes. Encontramos otras llamativas especies animales como monos, loros, tortugas y cocodrilos y una gran variedad de aves. El bosque de Bengala ocupa al menos 10% del territorio y tiene una flora magnífica, el resto se utiliza para tierras cultivables.
La capital Dacca en el centro del país en el centro del país acoge a 7 millones de habitantes en 2008. Varios monumentos excepcionales se encuentran en la parte más antigua de la ciudad, como el famoso fuerte de Lalbagh. La mezquita Hussain Dalan, el edificio de la Corte Suprema de Bangladesh, o el tempo hindú Dhakeswari Temple son algunos de los edificios que coronan la ciudad. Al borde del río, encontramos Ahsan Manzil, un palacio rosa vivo antiguamente habitado por una familia poderosa. La ciudad moderna acoge numerosos hoteles, agencias de viaje y restaurantes para los viajeros, así como el museo nacional, rico en objetos artesanales. La segunda ciudad de Bangladesh, Chittagong, está construida en las orillas del Karnaphuli, el comercio fluvial que ocupa un lugar muy importante en el funcionamiento local. Podréis visitar la mezquita de Shahi Jama-e Masjid o el barrio de Fairy Hill, que ofrece unas preciosas vistas sobre el resto de la ciudad.
Las ruinas del Vihara budista de Paharour forman parte del patrimonio mundial de la UNESCO. La impresionante ciudad-monasterio de expande sobre 11 hectáreas, e ilustra de maravilla la riqueza del patrimonio histórico nacional. El monasterio de Somapura Mahvira que fue en su momento el más grande del sur del Himalaya, influenció la arquitectura budista hasta Camboya. Otros perfectos representantes de este rico pasado son: Salban, Vihara, Kotila Mura y Charpatra Mura.
Se pueden adquirir joyas (pulseras de cristal o conchas) y otros objetos de cobre o cuero. Es imposible no fijarse en los productos fabricados en yute, sobre todo en las alfombras, que se encuentran de todos los tamaños y colores, a precios asequibles. Los tejidos y bordados tradicionales son de buena calidad: los saris de seda bordada y la delicada muselina no podrían resultar más tentadores. La industria textil bangladesí es una de las más activas del mundo en lo que a la exportación se refiere. En el Banga Bazar de Dacca, es posible vestirse de los pies a la cabeza (camisetas, pantalones cortos y de algodón, vaqueros, saris...). Los comercios abren por lo general de 09:00 a 22:00, excepto los viernes, día de descanso oficial.
Los platos más típicos de Bangladesh son el curry y el massala, preparados a base de carne (ternera, cordero y pollo) o pescado. También se suelen comer huevos y verduras, cocinados con una salsa picante que se sirve con lentejas amarillas, o dhals, y abundante arroz blanco, o bhat. Los principales platos a base de arroz son el biryani, el pulao y el khichuri, una mezcla de arroz y lentejas. Los kebabs (en brocheta) y los kofes (albóndigas de carne) se encuentran por todas partes, al igual que los chapatis, pan caliente. También se pueden comer algunos platos vegetarianos, los bhaji, cocinados con verduras fritas. Los postres son variados y muy dulces, a base de arroz con leche (firni, pais y kheer) y condimentados con azafrán o canela. La bebida tradicional es el té con leche (cha).
El contacto entre hombres y mujeres es mínimo en Bangladesh. Los contactos físicos en público no están tolerados: las parejas no se pasean nunca con la mano cogida, pese a que los hombres lo hagan cuando son amigos.
Casi 90% de la población es musulmana, y celebra las fiestas religiosas. 14 días antes del principio del Ramadán, la noche sagrada Shab-e-Barat permite dar limosna a los pobres. Varias fiestas hindúes (la segunda religión del país) también se practican. El Festival Holi, la fiesta de la primavera, tiene lugar en marzo. Los participantes se lanzan pigmentos de colores y se organizan fuegos artificiales.
Utilizad vuestra mano derecha para comer u ofrecer un regalo. La mano izquierda está considerada como impura. También es costumbre quitarse los zapatos antes de entrar a una casa o templo.
El clima de Bangladesh es subtropical. Las temperaturas varían entre 20 y 35ºC. El periodo más agradable para visitar el país entre octubre y febrero. El calor del monzón llega en abril y las lluvias comienzan entonces en el territorio.
Una autorización es necesaria para la región de los Sundarbans, este lugar está protegido y solo puede ser descubierto con un guía, que os recogerá en Hiron Point.
Para llegar a Saint Martin, hay que pasar primero por Cox's Bazar, ir a Teknaf en autobús y coger el ferry hacia la isla. La ruta entre Chittagong y Cox's Bazar está en muy mal estado. Es preferible volar hasta allí con un vuelo de unos 20 minutos, o coger un bus entre la capital y Cox's Bazar.
Bangladesh es un país musulmán y conservador, incluso integrista en algunas regiones. Se recomienda no chocar a los locales con actitudes o ropa diferentes a las que no están acostumbradas. En cuanto a las mujeres, nunca llevéis al descubierto las piernas u hombros, pese a las elevadas temperaturas. No respetar los códigos de vestimenta no solo estará mal visto sino que podría también ser peligroso. Las zonas costeras también se rigen bajo esta ley por lo que no se os ocurra sacar el bikini en Cox's Bazar por ejemplo.