Benín es un país poco turístico, pese a que en él se encuentran las reservas naturales más hermosas del África francófona. Ofrece unos paisajes tropicales formados por sabana, selva y playas magníficas, y reserva unos horizontes inesperados a los turistas que deciden aventurarse. Debido a las diversas influencias climáticas que recorren el país de norte a sur, los paisajes son diversificados y pasan de una sabana repleta de árboles en las regiones septentrionales a las llanuras húmedas del sur. Es recomendable visitar Benín durante el período que va de noviembre a febrero, cuando las temperaturas son moderadas. El resto del año, el tiempo es muy caluroso y húmedo. También debes tener cuidado con las estaciones de lluvias.
Abierta sobre el golfo de Guinea, la costa beninesa está constituida por dos grandes playas de arena fina, cocoteros y lagunas. Aunque extremadamente seductora, es poco propicia para el baño y las actividades náuticas. Algunos COURANTS i peces lo hacen peligroso.
Benín, país de intelectuales, fue considerado durante mucho tiempo el barrio latino de África, como demuestra la presencia de numerosos museos. La ciudad de Porto-Novo, capital oficial del país, situada en el sur, acoge especialmente el Museo Etnográfico Adandé. Presenta una colección de objetos tradicionales, como las máscaras, los bastones de Shango, los instrumentos de música o estatuas. A las puertas de la ciudad, el Museo Da Silva de la cultura reagrupa objetos procedentes del arte afro-brasileño. También es impensable visitar Benín sin detenerse delante de los tata-somba, estas granjas fortificadas emblemas del pueblo de los Betamaribes. Simbolizan la fertilidad y la fecundidad. Tienen altares, necesarios para realizar el culto vudú. Además es uno de los últimos países de África en el que esta religión está ampliamente expandida.
En la sabana de Benín viven muchos animales salvajes. En el norte, donde el clima es seco, encontramos búfalos, antílopes, panteras, monos, cocodrilos y hasta patos salvajes. En el centro y en el sur de Benín están las magníficas reservas africanas. Elefantes, búfalos, hipopótamos, leones, guepardos, caimanes, antílopes... Un sinfín de animales extraordinarios con los que te cruzarás en el camino. Es posible realizar safaris en la reserva de la Pendjari, un lugar único en el que viven protegidos más de 850 elefantes, 2000 búfalos, 1205 hipopótamos, 350 leones y otros animales salvajes. El parque regional W también es un lugar increíble para descubrir ya que es la reserva de biosfera transfronteriza más grande del mundo.
