Pipa es un pueblo que se encuentra en el municipio de Tibau do Sul, a unos sesenta kilómetros de Natal. En los últimos años se ha convertido en un lugar muy frecuentado tanto por viajeros como por los locales gracias a sus descubridores, los surferos de los años ochenta. Con sus aguas transparentes de color turquesa, sus impresionantes playas con acantilados rojos esculpidos por el viento, las lagunas de agua caliente... son razones más que suficientes para querer descubrir Pipa. Desde sus siete playas se pueden ver delfines y tortugas marinas, pasear en buggy, caminar por los acantilados, practicar kitesurf... ¡Seguro que no te aburrirás! Se trata de una localidad de 5.800 habitantes que acoge a más de 1 millón de turistas al año. Está construido en la cima de una colina y se organiza a través de la calle principal en la que encontrarás tiendas y restaurantes. La oferta hotelera en el pueblo es muy buena, con más de cien establecimientos de todas las categorías. Es en realidad la zona con más capacidad hotelera en Rio Grande do Norte después de Natal.
El paseo en buggy por el litoral de Pipa es un clásico. Puedes escoger varias opciones: un paseo corto o una excursión de día entero. El tradicional paseo atraviesa la laguna de Guarairas en balsa en dirección a Barra de Tabatinga. Permite bañarse en lagunas de agua dulce y cristalina, admirar la naturaleza y el mayor árbol de cajú del mundo. Generalmente harás paradas en la Pedra Oca, la Laguna de Arituba y la Laguna de Carcará. Resérvate el día entero para ir a tu aire y poder detenerte cuando lo desees. Además, el chófer te preguntará la velocidad a la que quieres ir lo que genera más o menos emociones.
Si te gustan los deportes acuáticos, Pipa es, como Natal, un lugar ideal para practicar kitesurf o vela gracias al viento que sopla a lo largo de todo el año, ya que está situada en el extremo este de Brasil. Podrás hacerlo en una de las numerosas playas. Barra do Cunha, un pueblo situado al sur de Pipa, acoge cada año un campeonato internacional de kite surf en septiembre. Si no has tenido la ocasión de ver los delfines desde la playa, también puedes planear una excursión en barco. El recorrido no es de los más interesantes pero te permitirá observar a estos mamíferos en su hábitat natural. Si quieres descubrir el mato, piensa en hacer un paseo a caballo por el campo. Ubicado en Tibau do Sul, el Haras Agua Boa propone distintos paseos de una o dos horas y excursiones de entre uno y cinco días. También podrás recorrer dunas y playas, atravesar ríos e incluso un paseo nocturno las noches de luna llena.Los delfines constituyen sin duda, uno de los mayores atractivos de Pipa. Cuando la marea está alta se ven desde la playa de los golfinos o la playa de Madeiro. Incluso, si tienes suerte, podrás nadar cerca de ellos, generalmente por las mañanas. Aunque se desplazan muy rápidamente.
El santuario ecológico, ubicado cerca del centro, permite descubrir la fauna local (diferentes especies de pájaros y monos e incluso tortugas marinas desde una colina) y saber un poco más acerca de la ley de protección ambiental, un elemento importante de la preservación de la flora de Pipa. Comprende tres áreas y dieciséis senderos abiertos al público y con diferentes atractivos. Más allá del aspecto pedagógico, el santuario ecológico pretende proteger las plantas y la vida salvaje de la costa noroeste. Forma parte de un proyecto de conservación de cinco especies diferentes de tortugas en peligro de extinción en Brasil. Al sur de Pipa, te encontrarás con el chapadao, una área plana de color naranja que domina los acantilados. A lo largo de seis kilómetros descubrirás playas desiertas, acantilados, piscinas naturales y unas magníficas vistas a las playas de las minas y de Sibauma. Donde se juntan el río Catu y el mar se puede incluso atravesar a la localidad de Barra do Cunhau en balsa. No puedes perderte la puesta de sol sobre la laguna de Tibau do Sul, desde una de las colinas. Es un momento aparte.Si quieres aprovecharte al máximo de los paisajes y atractivos de la zona puedes alquilar un coche durante tu estancia.
Si quieres venir a Pipa desde Natal, puedes considerar utilizar el servicio de autobuses, muy cómodo y regular.Los meses de lluvia generalmente se sitúan entre mayo y junio. Por lo tanto, mejor venir el resto del año, en cualquier momento, ya que el tiempo es más bien suave.
A pesar de no ser un sitio peligroso, es mejor andar con pocos objetos de valor.La gastronomía del nordeste incluye mucho pescado y marisco. Sin duda tienes que probar la muquequa de peixe, un plato a base de pescado, ajíes, tomate, cebolla y leche de coco. En Natal y Pipa podrás degustar los camarones cocinados de todas las formas posibles.
Te recomendamos el risotto de sepia del restaurante Gatos de Rua asi como el restaurante Tapas con su excelente atún. Existen varios platos de carne pero te tiene que gustar bien cocida. Si no, puedes dirigirte hacia un rodizio, un restaurante que solo propone carnes asadas donde encontrarás una variedad más amplia de opciones. Y finalmente, los zumos son muy sabrosos siempre y cuando los pidas naturales. Si no, la costumbre aquí es agregarles agua.En Pipa, la mayoría de las tiendas proponen trajes de baño y ropa playera. También podrás encontrar hamacas de algodón, manteles fabricados a base de distintas fibras naturales y los tradicionales objetos de madera. Los músicos podrán aprovechar para comprar un berimbau, este tradicional instrumento local. Y si te gusta la decoración, acércate a una tienda llamada La Maison que se encuentra en Tibau do Sul. Allí encontrarás antigüedades de todas partes de Brasil (a precios a veces elevados) y distintas artesanías.
Muy sabrosas son aquí las castañas de caju que podrás encontrar en casas especializadas así como en el supermercado. Y luego para recordar Brasil tienes dos opciones, la tradicional cachaca para preparar una caipiriña o las famosas havaianas, las chancletas que tienen un increíble éxito en España y en toda Europa en general, cuyo precio resulta mucho más atractivo aquí.