Battambang se extiende a 40 km al oeste del Tonle Sap. Aunque es la segunda ciudad del país se parece más a un gran pueblo de provincia afincado en una gran llanura fértil. Lo más gracioso es justamente esa diferencia, esa mezcla de modernidad y de arcaismo. Todo parece estar paralizado. Sólo los cibercafés y las tiendas de teléfonos móviles te recuerdan que estás en el siglo XXI. Los monumentos y la arquitectura de la época angkoriana son legión. El campo de los alrededores es especialmente exuberante. No puedes perderte Battambang.