La capital Phnom Penh, situada al sur del país, arrastra la marca de varias décadas de conflicto armado; a pesar de esto, es un lugar con encanto. Todo el barrio que linda con el Palacio Real, a orillas del Mekong, es especialmente agradable y está siendo intensamente reformado. Algunos de los monumentos del Palacio Real están cerrados al público. La pagoda de plata, llamada así por tener el suelo cubierto de más de 5.000 losas de plata que pesan un kilo cada una, es un joya, un espectacular vestigio de la riqueza de la civilización jemer. No dejes de ver: la animada zona del mercado central y los grandes bulevares adyacentes donde todavía hay magníficos edificios coloniales, el barrio del Mercado Ruso y el Vat Phnom. Según cuenta la leyenda, el Vat Phnom es una montaña coronada con un bello templo que simboliza los cimientos de la ciudad de hace seis siglos.