El canot à glace (bote de hielo), que en la actualidad es un deporte de competición, fue durante mucho tiempo el único medio de transporte y de comunicación entre los dos ríos de San Lorenzo.

Aquí no hay pistas como las de los Alpes, sino pistas más fáciles, que suelen estar iluminadas por la noche y muy cerca de las grandes ciudades.

Esta actividad de bajar las pendientes en boyas la proponen numerosos hoteles y también se puede practicar en el monte Tremblant. Para subir sin esfuerzo, los arrastres te llevan de vuelta a lo alto de la pista.

Las excursiones en trineos tirados por perros son muy famosas en Quebec. La tasa de nieve y los grandes espacios son perfectos para esta actividad repleta de emociones.

Si bien la primera requiere un mínimo de acondicionamiento, las raquetas se pueden practicar en todas partes porque la nieve siempre está ahí para que des un paseo junto a la naturaleza.

La moto de nieve se utiliza con mucha frecuencia en Quebec. Además, si tienes ganas de probar este bólido, que sepas que se organizan excursiones y raids.