Siendo una faja de terreno de unos 4 300 km bañada por el océano Pacífico al oeste, Chile posee fronteras con Perú en el norte y Argentina al este. País de contrastes, sus extremidades poseen climas totalmente opuesto, por lo que los paisajes también son muy distintos. Patagonia en el Sur y el desierto de Atacama en el Norte, y entre ellos, se extiende la increíble cordillera de los Andes.
Chile reúne algunos de los grandes mitos del continente sudamericano. Limitado por la cordillera de los Andes y el Pacífico, este país alargado tiene una increíble diversidad de paisajes en sus 4.300 km. de costa. Desde el desierto de Atacama, la frontera boliviana de Tierra de Fuego, hasta el extremo sur del continente, pasando por la Patagonia y Santiago, la capital, los viajeros no sabrán qué elegir. Podrás hacer trekking por la región de los glaciares, disfrutar con un circuito cultural alrededor de Valparaíso o pasar una estancia en la costa de La Serana. Te darás cuenta enseguida de que Chile tiene un ambiente tan único como su geografía.
Pero Chile no se queda ahí, además de una geografía excepcional, el país cuenta con una pequeña isla que atrae a los enamorados de la naturaleza, la isla de Pascua. Este paraíso, que pocos turistas tuvieron la posibilidad de descubrir, es un misterio a 700 kilómetros de las costas. Chile es excepcional. Con sus 2000 volcanes, acumula un montón de récords, su desierto que es el más árido del mundo, Cabo de Hornos, el punto más en el sur del globo, sus estaciones de esquí, las mejores de América del Sur, etc.
El desierto de Atacama ofrece un paisaje contrastado con sus volcanes nevados dominando el desierto árido. Un lugar único colorido y rico por una civilización antigua que dejó numerosos vestigios. La cordillera de los Andes forma parte íntegra del paisaje chileno. Columna vertebral del país, envuelve valles en los que se cultivan viñas. De entre las riquezas de Chile, destaca el vino. 5 valles en Chile producen vino, cada una posee una decena de bodegas (dominios) y el vino, de calidad muy buena, es exportado en el mundo entero.
Entre las ciudades más famosas de Chile, merece la pena señalar Valparaíso, que es una ciudad portuaria a la que envuelve el misterio. Gran puerto pero también ciudad costera y ciudad colonial, la ciudad de Pablo Neruda posee un ambiente muy distinguido. Construida en el costado de las colinas, su laberinto de callejones y sus paredes recubiertas con grafitis hacen de Valparaíso la ciudad portuaria más turística del país. En la capital de Chile, Santiago, habita el 40 % de la población, es decir, 7 millones de personas. 34 barrios, estaciones de esquí a menos de 30 kilómetros y un ambiente relajado es un resumen de lo que te puedes encontrar en esta ciudad.
Continuando más al Sur, nos topamos con la naturaleza en estado puro, la región de los lagos y de los volcanes ofrece paisajes magníficos y sorprendentes: lagos de un azul profundo, volcanes con cumbres nevadas, los ríos y los torrentes. La isla de Chiloé forma parte de curiosidades de esta región con sus tradiciones distintas al resto del país y con enormes naturales. Ya en Patagonia, tierra de exploradores, que maravilla e intriga a todo aquel que la visite, nos encontramos con los parques nacionales Laguna San Rafael, Katalalixar, Bernardo O' Higgins y el más conocido, Torres del Paine, para más tarde llegar al Estrecho de Magallanes y al punto más al Sur del globo, Cabo de Hornos.
Muy lejos de allí, a 3 680 km de las costas pero perteneciente a Chile, la isla de Pascua bien merece ser visitada. Famosa por sus estatuas de piedra, los moaïs, erigidos las unas al lado las otras, esta isla cubre 166 km ² y cuenta con cerca de 3000 habitantes.
ConsejoUn viaje a Chile necesita una buena maleta. La diferencia de clima entre el Norte y el Sur obliga a meter ropa de verano y de invierno. Un buen par de botas es indispensable para los Andes pero también el desierto de Atacama y Patagonia.
El pueblo de San Pedro de Atacama, en el norte del país, merece algunos días de visita. Es el punto de partida de circuitos cortos por el desierto de Atacama, los geísers del Tatio, el valle de la Luna (inolvidable al atardecer) y la expedición hacia el desierto de sal de Uyuni en tierras bolivianasEn la Patagonia, quienes disfrutan montando a caballo no perderán la oportunidad de hacer una excursión ecuestre. Es el lugar ideal. En Valparaiso, tienes que pasearte durante algunas horas por el antiguo barrio chino para conocer el ambiente nostálgico de esta ciudad. Portuaria. Desde Santiago y hacia el este, puedes cruzar la cordillera de los Andes por el puesto fronterizo del Puente del Inca, a los pies del Aconcagua (6.959 metros), la montaña más alta de América: un entorno con mil colores que deja sin aliento. Para los que lleguen desde el sur, La Serena y más al norte, Arica, son pequeñas ciudades costeras muy agradables para terminar el viaje.
El agua es potable en casi todas partes en Chile pero para los estómagos más sensibles es recomendable beber preferentemente agua en botella. La visa de turismo es dada a la entrada del territorio y da derecho a una estancia de 90 días. Atención con no perderla, es requerida a la salida del país
La actividad sísmica es particularmente importante en Chile, ya que el país se sitúa sobre la falla de Nazca. Los pequeños temblores, sin consecuencia, son a menudo perceptibles. En caso de terremoto es recomendado alejarse de ventanas, resguardarse bajo una mesa sólida, la cama o quedar de pie bajo el marco de una puerta. En el coche es mejor quedarse en el interior esperando el fin de los temblores y posibles réplicas.
Encontrarás en el norte ropa bonita de lana de llama, telas para colgar en las paredes, esculturas de madera y joyas de lapislázuli. Los horarios de las tiendas son los mismos en todo el país: de 10:00 a 19:00 o de 10:00 a 13:00 y de 16:00 a 20:00, de lunes a viernes. De 10:00 a 14:00 los sábados.
Arica, Iquique y Punta Arenas son zonas francas. Por lo tanto, sale entonces bastante económico comprar material electrónico y multimedia.
La gastronomía chilena es tan variada como amplio su territorio. Tienes que probar, sin duda, la cazuela de ave, una sopa de maíz y pollo, con muchas verduras, aunque muy copiosa. Las empanadas, rellenas de carne, verduras o queso, se venden en todos sitios. Los comen a cualquier hora, en la mesa, en familia o en la misma calle. La primera especialidad de Chile, antes que el vino, es el Pisco Sour. De origen peruano, este cóctel a base de alcohol de pisco, a base de limón (pica), a base de azúcar líquido (goma) y de clara de huevo, es una verdadera delicia. El vino chileno crece en la costa del Pacífico y tiene una variedad de cepas de gran calidad originarias de Europa. Debes probar los vinos Santa Carolina (cabernet, sauvignon, chardonnay), elaborados con uva moscatel.
En los mercados, puedes intentar regatear, pero no es habitual hacerlo en las tiendas. En el sur del país la población está muy aislada, y aunque discreta, siempre es acogedora. Hacia las cinco o las seis de la tarde, en un bar o en casa, es la hora de la "once", una merienda salada que suele sustituir la cena. Se comen sándwiches, puré de aguacate, huevos revueltos o queso. Los chilenos toman mucho té. El rodeo chileno es una tradición folklórica y un deporte nacional. Pone a prueba la habilidad de los jinetes que capturan a terneros en una arena conocida como ?medialuna'. La tradición chilena más popular se celebra el 18 y 19 de septiembre. La Fiestas Patrias que conmemoran la Primera Sesión del Gobierno de 1810. En un ambiente de fiesta, cometas, carreras de caballos y bailes tradicionales animan los pueblos durante dos días.
Un viaje a Chile necesita una buena maleta. La diferencia de clima entre el Norte y el Sur obliga a meter ropa de verano y de invierno. Un buen par de botas es indispensable para los Andes pero también el desierto de Atacama y Patagonia.
El pueblo de San Pedro de Atacama, en el norte del país, merece algunos días de visita. Es el punto de partida de circuitos cortos por el desierto de Atacama, los geísers del Tatio, el valle de la Luna (inolvidable al atardecer) y la expedición hacia el desierto de sal de Uyuni en tierras bolivianas.
En la Patagonia, quienes disfrutan montando a caballo no perderán la oportunidad de hacer una excursión ecuestre. Es el lugar ideal.
En Valparaiso, tienes que pasearte durante algunas horas por el antiguo barrio chino para conocer el ambiente nostálgico de esta ciudad. portuaria.
Desde Santiago y hacia el este, puedes cruzar la cordillera de los Andes por el puesto fronterizo del Puente del Inca, a los pies del Aconcagua (6.959 metros), la montaña más alta de América: un entorno con mil colores que deja sin aliento
Para los que lleguen desde el sur, La Serena y más al norte, Arica, son pequeñas ciudades costeras muy agradables para terminar el viaje.
El agua es potable en casi todas partes en Chile pero para los estómagos más sensibles es recomendable beber preferentemente agua en botella. La visa de turismo es dada a la entrada del territorio y da derecho a una estancia de 90 días. Atención con no perderla, es requerida a la salida del país
La actividad sísmica es particularmente importante en Chile, ya que el país se sitúa sobre la falla de Nazca. Los pequeños temblores, sin consecuencia, son a menudo perceptibles. En caso de terremoto es recomendado alejarse de ventanas, resguardarse bajo una mesa sólida, la cama o quedar de pie bajo el marco de una puerta. En el coche es mejor quedarse en el interior esperando el fin de los temblores y posibles réplicas.