Kashgar es la ciudad mercado de la China islámica. La última etapa china de la ruta de la Seda es el segundo punto fuerte de este periplo. La presencia de los chinos Han se difumina entre uigures, tayikos, kirguizos, uzbecos y los comerciantes venidos de Pakistán, Kazajstán... La mezquita de id Kah (Aitika) acoge a miles de musulmanes en su suelo a la hora del rezo y la arquitectura del mausoleo de la familia Hoja recuerda a la del Taj Mahal. Pero el verdadero centro de interés de Kashgar, en perpetua modernización, se encuentra en su famoso bazar del domingo, el más grande de Asia. Mercaderes de cereales, caballos, camellos, ropas, tés, artesanos, cocineros, peluqueros, estańadores... Aproximadamente cincuenta mil personas de todas las etnias y de los países limítrofes se unen en la periferia de la ciudad para participar en esta inmensa feria semanal rica en colores.