Es importante saber diferenciar entre la República del Congo y la República Democrática del Congo, conocidas respectivamente como Congo-Brazzaville y Congo-Kinshasa para evitar confusiones entre ambos estados separados por el curso del río Congo.
Los viajeros que visitan Congo-Brazzaville lo hacen fundamentalmente atraídos por el colorido y particular estilo de vida congolés, ya que los sitios culturales a lo largo y ancho del país son muy poco numerosos. A ello se suma el hecho de que las infraestructuras turísticas son extremadamente limitadas. Sin duda, la mejor opción pasa por lanzarse al descubrimiento de las pequeñas ciudades y pueblos, para así conocer las tradiciones locales y su artesanía. Por ejemplo, al norte de la capital, Brazzaville, se encuentra el encantador poblado de M'Bé, desde donde el viajero disfrutará de un salvaje y hermoso panorama salpicado de ríos y pequeños lagos.
El país condensa en su territorio varias etnias africanas como los Bantú o los Pigmeos al igual que la mayoría de países del continente. A pesar de que la mayor parte de los habitantes del país son cristianos, las tradiciones animistas y paganas ligadas a la cultura de las diferentes etnias y pueblos todavía juega un papel muy destacado en el Congo. De hecho, la brujería sigue siendo muy practicada. Esta mezcla de ritos paganos y cristianos está también presente en la artesanía local. Las esculturas de madera, así como las mascarás decorados con motivos poli cromáticos de corte abstracto, son el mejor ejemplo de ello. Los cetros y figuritas bakongos (llenas de clavos para alejar la mala suerte) son otros de los objetos más característicos del arte congolés.
No obstante, si durante tu viaje al Congo deseas hacerte con algún que otro suvenir de este estilo, sin duda el mejor lugar para ello es el mercado de Poto-Poto, en Brazzaville. Aquí te encontrarás con todo tipo de objetos artesanales como pinturas, cerámicas, pequeñas estatuillas y por supuesto, las famosas máscaras talladas a mano. Otra opción que os puede sacar del apuro son los vendedores ambulantes. Sin embargo, si tu espíritu aventurero te impulsa a salir un poco de las rutas e itinerarios más comunes, las ciudades y pueblecitos ubicados en las cercanías de la capital te permitirán hacerte con algún que otro recuerdo de lo más auténtico. Tras Brazzaville, la segunda ciudad más visitada probablemente sea Pointe-Noire. Situada en la costa atlántica, rodeada de bahías y manglares, esta urbe destaca por sus imponentes playas en las que los aficionados de la pesca también podrán practicar este hobby.
Viajar al Congo es también descubrir y perderse entre los hermosos paisajes que caracterizan a este país, en el que existen tres tipos de relieves diferentes. Por un lado, las la sierra de Mayombé, ubicada a 80 kilómetros de la costa, constituye el principal y más grande macizo montañoso de todo el Congo. En la zona Noroeste y Sudoeste del país predominan las llanuras y colinas. En cuanto a la vegetación, el 60% del territorio del país está cubierto por un bosque ecuatorial de tipo húmedo, en el que las especies más presentes son el okoumé, el limba el sapeli y la caoba. ¡Cuidado!, porque en estos bosques húmedos la presencia de mosquitos anopheles, portadores del virus del paludismo. Por ello, conviene siempre extremar las precauciones e ir cubierto, evitando ropa de manga corta y bermudas. Al Nordeste, la sabana y las galerías boscosas dominan el paisaje, ocupando el resto del territorio congolés. Una flora exótica y desorbitante entre la que habitan impresionantes especies animales como leones, elefantes, tigres, jirafas, guepardos, reptiles y varias especies de aves. Desgraciadamente, muchas de estas especies se hayan en peligro de extinción, como sucede por ejemplo con los gorilas que viven en las montañas de Virunga, los hipopótamos, los okapi, las cebras o los búfalos de la sabana.
En Brazzaville, puedes ver y comprar artesanía local en el mercado Poto-Poto: cuadros, figuritas y máscaras talladas. La avenida Foch está repleta de vendedores ambulantes. Puedes comprar artículos de mimbre y de cerámica en los pueblos de los alrededores de Brazzaville. Horario de las tiendas: de lunes a sábado, de 08:00 a 12:00 y de 15:00 a 18:00. Algunas tiendas cierran los lunes por la tarde, otras abren los domingos por la mañana.
El plato nacional de la República del Congo es el Pondu, también conocido con el nombre de saka-saka. Este platos e compone de hojas de yuca machacadas y preparadas de una manera untuosa con aceite de palma, pescado y pasta de cacahuete. El maboké es otra especialidad gastronómica local muy popular que se prepara a partir de pescado envuelto en hojas de bananero condimentadas con picante y cocidas al vapor. En cuanto a la carne, el pollo piri piri (picante) o pollo mohambe, frito en aceite de palma con una guarnición de ensalada de col y hojas de casava y puré o pasta de cacahuete, se impone como uno de los platos más populares.
En el caso de los acompañamientos, la gastronomía congolesa propone varios y muy consistentes. Sin duda, uno de los más populares son los mikatés, pequeños buñuelos muy esponjosos fritos y cubiertos de azúcar que pueden ser degustados solos para desayunar o bien como acompañamiento para salsas. El mshima o bidia es una mezcla de harinas de yuca y maíz que se come en todo el país. Por último, el chikwangue, elaborado también con harina de yuca, hace las veces de pan durante las comidas y las cenas. En cuanto a las bebidas, los congoleños son muy devotos de la cerveza.
Si por el contrario la gastronomía local no te llama demasiado la atención mayoría de los restaurantes cuentan en sus menús con platos de cocina francesa, en donde tampoco faltan los pescados y marisco, los cuales son excelentes. En Brazzaville, hay algunos restaurantes italianos, libaneses o vietnamitas que también proponen sus especialidades.
Las tradiciones del Congo ligadas al matrimonio son muy similares a la de ciertos países de África, como Gabón. Este acontecimiento es celebrado por todo lo alto, planificándose hasta el más pequeño detalle, ya que incluso se requiere una puesta de escena para tan importante ocasión. La familia del futuro marido llega al pueblo de la esposa, celebrándose una especie de reunión en la que cada familia tiene un representante, que tomará la palabra haciendo gala de un gran talento a la hora de expresarse, ya que la elocuencia es un requisito indispensable de cara a este acto. El objetivo para los representantes del marido es probar a los familiares de la esposa que viene de una buena familia y que será capaz de cuidar y ocuparse como es debido de su futura mujer. La dote es otro de los pilares fundamentales de cualquier matrimonio. Esta suma de dinero o bienes materiales como animales, prendas, telas o botellas de alcohol, entre otros, es ofrecido por el hombre a la familia de la esposa para compensarles por su partida. En el Congo, al igual que en casi todos los países del continente africano, las familias de los futuros esposos se implican muchísimo en la preparación de las bodas de sus hijos.
En el Congo, son famosas las estatuillas: se esculpen en madera y se usan para el culto de los ancestros y de los genios. Cada estatuilla tiene unas características concretas como las hojas de los cuchillos y los clavos de las estatuillas kongo.
Se aconseja esperar el final definitivo de las hostilidades para visitar el país, salvo por asuntos profesionales o familiares importantes.
Se desaconseja encarecidamente a los viajeros visitar los territorios que limitan con la frontera norte con la República Centroafricana, así como la región de Pool, en la zona sur del país.
Evita beber agua del grifo y decántate siempre por botellas de agua mineral, cerciorándote antes de que estás no hayan sido rellenadas (fijaos en la anilla de seguridad). De igual manera, evita los zumos de frutas y los cubitos de hielo en las bebidas, como también comer verduras crudas o poco hechas o la cáscara de las frutas. De forma general, es mejor elegir comer alimentos bien hechos, ya se trata de carne o pescado, e incluso la leche.
Evita bañarte en los lagos y ríos, ya que el agua estancada hace que el riesgo de infección parasitaria sea realmente elevado.
Los animales errantes pueden ser portadores del virus de la rabia. Procura evitar cualquier contacto con ellos. Si caminas por suelos húmedos hazlo siempre con calzado, nunca con los pies desnudos. Hidratarse regularmente es esencial, especialmente a la hora de hacer deporte o participar en largas excursiones a pie. De igual manera, es importante protegerse del sol (no olvides las gafas, una gorra o gorro y protector solar), ya que debido a las altas temperaturas, puedes sufrir una insolación.
Congo es un país en el que existe un fuerte riesgo de contraer paludismo (el país está clasificado como escenario de nivel 3) además de artritis epidémica chikunguña o fiebre de chikunguña. Por ello, resulta esencia protegerse lo mejor posible utilizando repelentes mosquito y yendo lo más cubierto posible especialmente a la hora de visitar zonas con fuerte humedad y de abundante vegetación. No obstante, en caso de malestar siempre es preferible consultar antes a un médico si se sufren nauseas o se padece fiebre.
Antes de viajar, es extremadamente recomendable por no decir obligatorio recibir la vacuna contra la fiebre amarilla, así como la de la fiebre tifoidea, la rabia, la hepatitis A y B, y la meningitis.