Corea con sus paisajes ásperos y accidentados (montañas y colinas representan 70% del territorio) no se asemeja exactamente en una postal. Sin embargo sus decorados naturales austeros tienen encanto. Ademas sus montañas a menudo albergan muy bellos templos antiguos que merecen el rodeo.
Dos regiones se destacan en las costas sur coreanas: la costa este y la isla de Jeju.
Aislada por mucho tiempo del mundo exterior, la cultura coreana cobró un rol importante como cemento nacional y permanece extremadamente afirmada y vivaz.
El mercado de Namdaemun te espera con su ginseng y sus productos artesanales. Las luces del mercado de Dongdaemun, abierto todos los días y a todas horas, te harán perder la noción del tiempo. Por su parte, el mercado electrónico de Yongsan propone tal variedad de productos electrónicos de última generación que no sabrás por dónde empezar.
Si bien la imagen que proyecta Corea del Sur es la del país de la calma matinal, su lema cultural es «país dinámico». De hecho, la cultura se considera un sector esencial para tener influencia a escala internacional. De modo que, desde hace 10 años, los centros de arte, los teatros, las salas de conciertos, las exposiciones, los museos y las galerías se han multiplicado.
Lo que impresiona cuando visitamos los museos coreanos es, no solo su modernidad y con frecuencia su reciente renovación, sino sobre todo la omnipresencia de niños. No hay que olvidar mencionar que el precio es bajo, incluso irrisorio, y por tanto facilita el acceso a los numerosos museos del país. Calcula entre 1 y 2 euros. Los museos dedicados a la identidad coreana, museos de artes y tradiciones populares, colecciones de objetos religiosos budistas, estampas y caligrafías, pero también artes decorativas, están presentes en muchas instituciones.
Corea del Sur, pese a que está muy industrializada, ha sabido conservar auténticos remansos de paz con un ambiente romántico y relajante en el interior de las ciudades. Varios parques nacionales también permiten relajarse así como las estancias en los monasterios budistas llamados «temple stay». En el sur del país, no dudes en visitar el templo de Haiensa. Este alberga una colección de escrituras budistas que datan de 1236. Gyengju, la capital de Silla y primer reino unificado, ha conservado su grandeza del pasado. El palacio de Gyeongbokgung es el palacio más antiguo de la dinastía Joseon.
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