El principal interés de una estancia balnearia en los alrededores de Dubrovnik sin duda reside en la proximidad del casco antiguo, una maravilla de la arquitectura que se puede recorrer fácilmente a pie. Los amantes de los festivales no se deben perder el de teatro y de música que se organiza desde 1950 del 10 de julio al 25 de agosto, tanto en las calles como en las iglesias y palacios de la ciudad.
Los hoteles de estancia balnearia de los alrededores de Dubrovnik están situados en la bahía de Lapad, a 4 km al norte del casco antiguo o bien en la zona hotelera sur, a cinco minutos a pie de la ciudad. Los establecimientos de Lapad tienen acceso a las playas (de guijarros) más agradables de los alrededores. Todos están comunicados con Dubrovnik por autocar privado o por autobús público. Los situados al sur son los más lujosos. Sus playas son pequeñas y artificiales (suelo de hormigón). Desde Dubrovnik hay transbordadores que permiten acceder a la playa de arena (gruesa) de la isla de Lokrum.
Para un ambiente más bucólico, es preferible decantarse por el pueblo de Mlini, a 15 km al sur de Dubrovnik, o Cavtat, aún más al sur, a 18 km del casco antiguo. Situado en la punta de la península del mismo nombre y lugar de veraneo de la autoridad de Ragusa ya en el siglo XV, en la actualidad es un pequeño puerto lleno de encanto con una gran riqueza arquitectónica. Varias líneas de autobús dan servicio con una frecuencia de paso sostenida a los hoteles de Cavtat y de Mlini en dirección a Dubrovnik.
A 130 km al norte de Dubrovnik, la península montañosa de Peljesac y su ciudad principal, con bellas residencias barrocas, es también uno de esos lugares de estancia muy natural y agradablemente mediterráneo.
Hay que reservarse tiempo para ir a visitar las islas Elafitas situadas frente a Dubrovnik. Kolocep y Lopud son las más cercanas. Al sur de Dubrovnik hay un pueblecito que merece una visita, Mlini.
Dubrovnik es una ciudad magnífica orientada hacia el mediterráneo. No dudes en meterte por las intrincadas calles del casco antiguo. En el recorrido por las murallas se pueden observar bonitas vistas. Dubrovnik posee numerosas iglesias y museos.
Para visitar Dubrovnik es mejor hacerlo por la mañana temprano o a última hora de la tarde. Llévate un buen calzado para el pavimento deslizante y deformado de las callejuelas.
Se debe evitar especialmente recorrer las murallas en las horas centrales del día porque el calor es asfixiante en verano.
El jamón y los quesos son excelentes. También se pueden degustar pescados y mucho marisco.
En la maleta te puedes traer embutidos, queso y también vino (especialmente el vino de Peljesac). La artesanía es poco importante, pero aún así se puede encontrar encaje de Pag, trajes tradicionales, tejidos y joyas de filigrana de oro o de plata a veces realzadas con coral.