La capital alberga numerosos castillos reales. Christianborg es, en la actualidad, la sede del Parlamento, y Rosenborg, el museo de la Corona que alberga sus tesoros reales. Amalienborg se reserva para las fiestas y recepciones de los dignatarios extranjeros: es el palacio oficial de la reina. El Museo Nacional está situado en el elegante palacio del príncipe. Es el museo más espectacular de Escandinavia y en él se exponen desde fabulosas colecciones de época vikinga hasta obras de grandes artistas contemporáneos. En cuanto a la Torre Redonda, es el observatorio en activo más antiguo de Europa. Pequeños y mayores se dan cita, día y noche, bajo las luces del sorprendente decorado de Tivoli, el mayor parque de atracciones del país. En Seeland del Norte, el castillo de Frederiksborg es el equivalente local del palacio de Versalles en Francia. El de Fredensborg se ha transformado en residencia privada de la familia real. Shakespeare situó la acción de la tragedia "Hamlet" en el castillo de Kronborg, en Helsingor.