Roseau posee el candor de las viejas ciudades coloniales, con sus casas de madera, sus ventanas con celosías y sus balcones colgando de las fachadas. Se levantó siguiendo una planta cuadriculada, y es una ciudad que ofrece al viajero la posibilidad de realizar interesantes descubrimientos. Podrás pasear por el Centro Viejo, visitar el Dominican Museum para saber más sobre la historia y la cultura del pueblo dominiqués, o deambular en la galería cubierta del Mercado Viejo donde tenía lugar el mercado de esclavos. Los amantes de la fauna y la flora exóticas pueden visitar el jardín botánico; su hermosa pajarera es la atracción principal: un enorme baobab caído sobre un autobús durante el paso del ciclón David en 1979.