La capital de los Emiratos vive, por el momento, del petróleo y de las finanzas. Los hoteles son poco numerosos (alrededor de 25) y el turismo balneario aún no se ha inventado en la zona. Sin embargo, a Abu Dhabi no le faltan ventajas: un precioso frente marítimo, con arena fina y aguas color turquesa e islas naturales, un poco como en Venecia. Algunas están conectadas a la ciudad a través de una vía sobre el dique: como la del Marina Mall y el Heritage Village. Éste último tiene un museo dedicado a la vida tradicional, un restaurante y una zona de baño a orillas del río Creek.
A otras sólo se puede acceder en barco o en helicóptero, como Lulu Island (cuyas dunas de color ocre corren el riesgo de llenarse muy pronto de hoteles y de residencias privadas) o la más lejana, que ya vive el desarrollo inmobiliario de las villas Fairmont. El emirato de Abu Dhabi no necesita construir islas artificiales porque cuenta con 200 islas naturales a orillas de una costa arenosa de 400 km.
De aquí al 2015, el paisaje de la cornisa (paseo a lo largo del río Creek, el brazo de mar entre Abu Dhabi y sus islas) habrá cambiado por completo. Está prevista la construcción de numerosos hoteles y edificios de oficinas. El objetivo es triplicar el número de visitantes anuales para alcanzar los tres millones. A título comparativo, Dubai ya cuenta con más de 6 millones cada año.
Hay tres campos de golf principales en Abu Dhabi. El Al Ghazal Golf Club (situado a 400 m del aeropuerto; se puede ir nada más bajar del avión, aunque se esté en tránsito). El Abu Dhabi Golf Club by Sheraton (un campo de 18 hoyos y otro de 9 hoyos en el barrio de Sas Al Nakhl, a 20 min del centro de la ciudad). El Abu Dhabi Golf and Equestrian Club (un campo de 9 hoyos en el barrio de Mushrif, muy cerca del centro). También se pueden dar paseos a caballo y tiene instalaciones deportivas como pistas de tenis y piscina. Atención, no todos los greens de Abu Dhabi son verdes: el de 18 hoyos de Al Ghazal es completamente de arena.
Desde este oasis, situado a 220 km al suroeste de Abu Dhabi, partió el explorador Wilfried Thesiger para atravesar el desierto de Arabia (el famoso cuarto vacío, el desierto más árido del mundo). Desde finales de los años 50, Liwa no ha cambiado, por fortuna. Su floreciente palmeral recibe agua de un río subterráneo. Para incluir en el programa: andar sin rumbo, picnic a la sombra, paseo a pie, a lomos de un camello, visita al antiguo fuerte restaurado.
Empezó en 1998, dos años después de la primera edición del Shopping Festival de Dubai. En cuanto a la programación anual, es una prolongación del mismo: tiene lugar durante todo el mes de marzo, una vez que Dubai ha salido de su fiebre comercial que empieza justo antes de Navidad y termina a principios de febrero. ¿Qué diferencia hay entre los dos festivales? A Abu Dhabi, se va sobre todo para comprar, y las ofertas de productos de lujo (joyas, relojes, marroquinería) son más interesantes.
En el mejor de los casos, avanzarás 20 m, ya que la arena que cae con el esquiador acaba pronto por frenarlo. En cambio, el famoso "dune bashing" o 4x4 al asalto de las franjas de Rub Al Khali (el desierto de Arabia) reserva algunas sensaciones fuertes. Aunque el techo de los vehículos suele estar acolchado, no olvides abrocharte el cinturón. Para reservar la excursión, infórmate en el hotel. Se sale a última hora de la tarde para contemplar la puesta de sol en lo alto de una duna. Los más cosmopolitas también descubrirán lo que es el silencio.
Las especialidades del emirato no son fáciles de encontrar, ya que los habitantes las preparan en sus casas, y cuando salen, prefieren comer otro tipo de platos. Se inclinan por la gastronomía occidental, por la cocina italiana. Luego vienen los sushis y sashimis japoneses, muy apreciados, seguidas de las recetas chinas y tailandesas. Para comer al estilo oriental, elige un restaurante libanés o iraní.
Hay poca artesanía fabricada en la zona. Para hacerte una idea, puedes ir al Women's Craft Center. Es la única opción, ya que no hay un zoco tradicional en la ciudad. Los mercados en la calle existen, pero sólo se venden mercancías importadas (especialmente de Irán). Agrupadas en los centros comerciales, las joyerías se codean con tiendas de electrónica (precios interesantes, en particular durante el Shopping Festival de marzo). El resto de marcas son las mismas que en otras capitales internacionales.