Podrá elegir entre varios souks (especias, oro, tejido...), están todos en el mismo barrio de Deira, el más animado de todo el emirato. Olvídese de los recuerdos que ha traído de Marrakech oIstanbul, los souks de Dubaï no tienen el encanto laberíntico del bazar, ni la profusión que tienen los bazars turcos o marroquíes, y aún menos el encanto antiguo de su arquitectura; solo son unos cuantos pasillos con tenderetes. El más famoso y sin duda el más impresionante: el souk del oro. En los escaparates, aderezos, pulseras, collares (¡y hasta ropa!) de oro iluminan las miradas de los pasantes. No sabrá por donde empezar si quiere hacer compras pero no pierda demasiado tiempo allí si ya ha previsto hacer otras cosas. Al lado del souk de oro está el de las especias que tampoco es muy impresionante: unas cuantas callejuelas cerradas proponen especias y muchos otros productos locales o importados. Son ideales si quiere comprar un suvenir, recuerdan un poco el pasado comercial de la ciudad, sus intercambios comerciales (desde el siglo 16, se conoce Dubai por su industria perlera) con los países extranjeros y en particular con India. Están fácil de acceso, si puede ir andando, aproveche para pasear a orillas del río Creek (eche un vistazo a los barcos de madera impresionantes que traen o se llevan toneladas de mercancías) o si prefiere coja el barco-taxi para efectuar la travesía, corta, pero agradable.