Aunque nunca hayamos estado en El Cairo, el recuerdo de las imágenes que mil y una veces hemos visto plasmadas en libros hace que cuando tenemos la oportunidad de observar estas maravillas ante nuestros propios ojos la imagen de la ciudad nos resulte familiar. El Cairo goza de un clima mediterráneo, con veranos calurosos y suaves inviernos. Aunque la época ideal para organizar tu viaje a El Cairo es de noviembre a mayo.
La mayor concentración de puntos turísticos en la ciudad se encuentra en el centro histórico, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Sin embargo, hay otros puntos que no se encuentran en el centro y que sin duda constituyen una visita obligada. Un claro ejemplo son las pirámides de Giza, situadas a unos 20 kilómetros al suroeste de la capital. La Gran Pirámide de Keops, cuyo cometido fue recibir el sarcófago del faraón del mismo nombre, constituye una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo y la única que permanece aún en pie. El Museo Egipcio de El Cairo es visita ineludible para los amantes del arte antiguo, ya que con más de 120000 objetos, este museo recoge la mayor colección del mundo sobre el Antiguo Egipto. Otro de los reclamos de la ciudad es sin duda el Nilo. A su paso por la capital de Egipto, nos sorprende la grandiosidad de este río, de una anchura descomunal. Cuando la noche cae, los barcos y las luces de la ciudad iluminan el río; un paseo maravilloso que no te puedes perder. El Cairo también cuenta con algunas de las mezquitas más antiguas y grandes del mundo, como la Mezquita de Ahmad Ibn Tulun y la Mezquita-Madraza del Sultán Hasán. Otros puntos turísticos de la zona son los mercados y zocos cairotas. El mercado más célebre es el de Khan al-Khalili, situado en el Cairo islámico, donde sedas y especias son los productos más demandados. En cuanto a los zocos, el de An-Nahassin es uno de los más populares debido su amplia gama de objetos de cobre y latón. Una de las características del Cairo es los contrastes que encontramos en la ciudad. Las casas de arcilla en las que viven la mayor parte de los cairotas conviven armoniosamente con lujosos cinco estrellas y edificios modernos, entre cuyas calles no es raro ver deambular cabras o dromedarios. Esta ciudad es la mayor del continente africano. Con sus cerca de 18 millones de personas El Cairo es una de las urbes más densamente pobladas del mundo, lo que hace que los ruidos, el tráfico y la contaminación de una gran capital sean inevitables. A pesar de ello, la ciudad desborda vitalidad y energía y conserva un poder de seducción inexplicable con el que encandila a sus visitantes.Después de una jornada maratoniana visitando los museos y las atracciones turísticas de la ciudad, una vez caída la noche no hay nada más relajante y apetecible que un paseo en barco a lo largo del Nilo.
Para finalizar puedes visitar una de las cafeterías típicas, en las que podrás deleitarte con el exquisito sabor de sus cafés y tés.Las pirámides y las esfinges, ubicadas en Giza (a unos 20 kilómetros al suroeste de la capital). Su tamaño te impresionará, en concreto para la construcción de la Pirámide de Keops se estima que fueron utilizados cerca de 2,5 millones de bloques de piedra caliza.
El Nilo desprende encanto a lo largo de toda su travesía por la ciudad, es sin duda otro de los grandes atractivos de El Cairo. También son dignas de ver sus grandiosas y antiguas mezquitas, como la Mezquita de Ahmad Ibn Tulun y la Mezquita-Madraza del Sultán Hasán. Los amantes del arte antiguo encontrarán su paraíso particular en El Museo Egipcio de El Cairo, que recoge la mayor colección del mundo sobre el Antiguo Egipto. Otra visita ineludible son los zocos y mercados, como el de Khan al-Khalili.Con sus 17 millones y pico de habitantes, El Cairo es una de las urbes más densamente pobladas del mundo. Ello hace que los ruidos, el tráfico y la contaminación característica de una capital de estas magnitudes sean inevitables. A pesar de ello, la ciudad desborda vitalidad y energía y conserva un encanto especial con el que encandila a sus visitantes.
Beber agua del grifo.
Es aconsejable aterrizar en el Cairo con las libras egipcias indispensables y realizar el cambio de divisa una vez estés instalado en el hotel. Casi todos los hoteles tienen banco y el cambio es mucho más favorable. Cambia las libras poco a poco evitando que te sobren muchas una vez hayas finalizado el viaje (éstas se devalúan bastante a la hora de cambiarlas por euros). Regatear siempre: tanto en los mercadillos como en los taxis. Evitar alquilar un coche, el tráfico es caótico en la ciudad y los cairotas tienen una forma peculiar de conducir a la que sólo ellos están acostumbrados. Es mucho más práctico y seguro coger taxis, además son muy económicos (como casi todo en el Cairo).El pescado fresco es una de las especialidades locales. El plato nacional es el foul (habas guisadas con cebolla, comino y limón).
Además de todos los restaurantes egipcios que puedes encontrar en el Cairo, esta ciudad es también un buen lugar para probar la gastronomía de otras zonas del este. El Cairo también presume de tener buenos restaurantes franceses, suizos, italianos y asiáticos. Los musulmanes no comen cerdo, así que hay pocos locales que lo sirvan. Sin embargo, a pesar de que tampoco beben alcohol, en la mayoría de los restaurantes podrás pedir una copa de vino o una cerveza. Si estos sabores no te convencen quizás te alivie saber que también hay un montón de mcdonalds repartidos por toda la ciudad. Además en la mayoría de los hoteles se ofrecen sabrosos platos internacionales. Aunque puedes encontrar comida barata por todos los rincones de la ciudad, la mejor (y más cara también), se ofrece en los hoteles de lujo. En cuanto a los postres, estos consisten en dulces orientales de miel y aceite. Se pueden acompañar de una infusión o de un café turco.Una visita al Mercado Khan al-Khalili es obligada. Con este nombre se conoce al laberinto de callejuelas y plazas que forman el gran zoco del El Cairo. Tendrás la oportunidad de encontrar todo tipo de productos y souvenirs con los que sorprender a los tuyos, por ejemplo: los famosos pergaminos, vestidos bordados, almohadones y otros posibles obsequios bordados con tu nombre en egipcio y en la forma de dibujo que elijas (este último hay que pedirlo con antelación), así como esencias e imitaciones muy logradas de célebres perfumes.