Antaño conocido como el monasterio de Anba Hatre, construido detrás del mausoleo Aga Khan, en la primera mitad del siglo VI, San Simeón es la iglesia romana más antigua y más grande de Egipto, así como la mejor conservada. Inicialmente dedicado a un santo local, Hadra, y en parte destruido durante las cruzadas de Saladino en 1173, el monasterio San Simeón es un conjunto de edificios separados por una alta muralla en forma de trapecio de piedra y ladrillo. En aquella época vivían cientos de monjes. Poco después el monasterio se abandonó por la falta de agua en el siglo XIII.

El edificio ofrece unas vistas impresionantes sobre Asuán, el desierto y el Nilo. Las murallas de 8 m de alto, destinadas a proteger a los monjes de los saqueadores, le confieren aspecto de fortaleza.

Este monasterio copto alberga cuatro edificios en los que se han conservado pinturas religiosas y tejidos de estilo copto, arte a medio camino entre las influencias egipcia y helenística. La visita de las viviendas de los monjes también es muy interesante. El edificio está muy bien conservado, pese a que el monasterio sufrió con frecuencia asedios e inundaciones.