Si los faraones no hubieran decidido enterrar allí los restos de su eternidad en el desierto cercano, en la actualidad Luxor no sería más que un gran pueblo a orillas del Nilo. Todo empezó hacia el año 2.000 a. J.C. (Imperio Medio) con la dinastía de los Mentuhotep, que elevaron al dios Amón al rango de dios nacional e hicieron de Tebas la residencia real y lugar de sepultura de los faraones.
Luxor, situada a 660 km al sur del Cairo y a 225 km al norte de Asuán, es el centro turístico de Egipto que concentra más monumentos y vestigios antiguos con los templos de Karnak y de Luxor en la orilla este del río y la necrópolis de Tebas en la orilla oeste. Son, junto con las pirámides del Cairo, los lugares más visitados del país. La ciudad se ha desarrollado considerablemente y la infraestructura hotelera es variada y globalmente muy correcta. No obstante, y este es un problema de todo Egipto, el servicio de alta gama merecería ser mejorado.
Ciudad muy turística, Luxor está perfectamente abastecida de bancos, cajeros automáticos (no siempre en servicio), comercios (en particular joyas de calidad) y numerosos restaurantes. Más tradicional, su zoco, muy oriental, está inundado de baratijas-souvenirs no siempre del mejor gusto.
Taxis y calesas se disputan la calle mientras que los faluchos son los reyes de la cornisa: en cuanto un turista pone un pie fuera, es asaltado y debe luchar mucho para resistirse a estas persistentes sirenas. Este acoso comercial aquí sigue siendo simpático y la amabilidad natural de las gentes del Nilo no es sólo una leyenda.
Dar una vuelta en globo. Se puede contactar con Sindbad Balloons en el +20 10 330 770 8 y www.sindbadballons.com. Si no, te aconsejamos: la isla de las bananas (a 5 km al sur de Luxor), un bonito paseo en Falucho (unas 2 h de duración), el mercado de camellos y ganado (en el exterior de la ciudad, a 2 km al este), la necrópolis de Tebas, en la orilla izquierda del Nilo. Se llega en transbordador que para enfrente del templo de Luxor o en taxi por el puente. Salir a las 05:00 de la mañana. A partir de las 10:00, la cantidad de gente es insoportable. Los paseos a lomos de camello o a caballo por el desierto son también muy simpáticos.
Visitar los templos de Karnak y Luxor. También se puede ir a visitar el templo de Medinet-Habou, el valle de los Reyes, el valle de las Reinas, el valle de los Artistas, el valle de los Nobles, el templo de Hachepsout...
Cuando visites los templos, no olvides protegerse del sol con crema o con una gorra o sombrero...
No hay que ir muy tarde a visitar los templos, cuanto más pronto, mejor...
Podrás probar los mezzes (salsas sabrosas para mojar pan), foul (puré de judías aliñado con zumo de limón, hierbas y aceite de oliva), hummus (puré frío de garbanzos con aceite y pasta de sésamo, hojas de parra rellenas, carne a la plancha, verduras rellenas, cordero relleno, hojas de brick, sandía, dátiles, baklawas, albaricoques secos... En cuanto a las bebidas, se puede probar el carcadé, los vinos egipcios o el té a la menta...
Se pueden comprar chilabas, túnicas, camisas bordadas de algodón (el algodón está barato), trajes de danza oriental con abalorios, papiros, babuchas, joyas beduinas, cajas con incrustaciones de nácar, sandalias, cristal y cerámica, objetos de cobre, frascos de perfume, música egipcia, especias, ceniceros de alabastro...