Burgos se muestra como una de las ciudades más importantes del norte de Castilla. Está situada a 900 metros de altitud y es una etapa central en el peregrinaje a Santiago de Compostela. Su patrimonio cultural es realmente destacable: en Burgos encontramos una de las obras cumbre del gótico de la Península, la Catedral Santa María, que es una de las más grandes de España, lo cual la llevó a ser declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1984. Te recomendamos que la visites en torno a las horas punta, ya que de este modo podrás apreciar al Papamoscas
en plena acción. Se trata de un autómata da las horas de una particular manera, digna de ver: abre la boca al tiempo que mueve su brazo derecho para accionar el badajo de una campana.
Fundada en el siglo IX, la que fuera capital del Reino unificado de Castilla y León durante unos 500 años, conserva lugares de interés propios de épocas pasadas, que dotan a la ciudad burgalesa de un aspecto medieval muy auténtico.
Tanto en la capital, como en toda la provincia podrás disfrutar de paisajes preciosos. Los amantes de la naturaleza apreciarán las rutas por las riberas de los ríos Duero y Arlanza. Para acabar, hay que recordar que aquí es donde nació El Cid. Por ello, conforme vayas visitando la localidad burgalesa, descubrirás que su leyenda está más que presente en esta ciudad llena de atractivos.
Ciudad edificada a las orillas del río Arlanzón, a lo largo de la ribera de éste se puede pasear de parque en parque. Zonas verdes y otros atractivos como el Paseo del Espolón, el Espoloncillo o el Parque de la Isla se sucederán conforme avances en tu caminar. El casco histórico también es un lugar ideal para dar una vuelta. Las grandes plazas y sus vertientes, las típicas calles estrechas de muchas ciudades castellanas, cuajadas de bares donde degustar las mejores tapas y ponchos de la ciudad, aseguran el buen ambiente en la zona centro.
La Catedral de Santa María es la joya de la corona de una ciudad que está llena de lugares interesantes para todo viajero. Construcciones del medievo como el Arco de Santa María también hacen las delicias de los visitantes. Un paseo por El Espolón es obligado si se quiere conocer cómo viven el día a día los habitantes de la localidad burgalesa.
La gran cantidad de monasterios y la arquitectura de muchos lugares de la ciudad te recordarán a épocas pasadas. En el monasterio de Las Huelgas, en el de San Juan o en el de San Pedro de Cardeña, podrás relajarte en un ambiente de descanso espiritual.
Como en otras ciudades de Castilla y León, el principal enemigo a evitar es el frío. Burgos se caracteriza por llegar a tener temperaturas negativas y cercanas a los 0ºC en los meses invernales. Por ello es recomendable que realices tu visita en los meses menos fríos del año, a pesar de que la ciudad se ve preciosa cuando está nevada.
La cocina burgalesa se basa en la tradición y, sobre todo, en las carnes a la brasa o asadas. Así, el lechal asado y las chuletas de cordero son dos de los principales platos que podrás degustar. Las legumbres también están presentes en la dieta burgalesa, y en este sentido el plato estrella es la olla podrida, un cocido a base de alubias, chorizo, morcilla y tocino, como ingredientes proncipales.
No te puedes marchar de Burgos sin haber probado la clásica morcilla, elaborada con arroz, cebolla picada, manteca, sal y la sangre del propio animal, todo ello embutido en su propia tripa.
El queso de Burgos también goza de una gran reputación a nivel nacional e internacional. Se trata de queso fresco, hecho a base de leche de vaca, y que tiene hasta una denominación de origen propia. Servido con miel y nueces está delicioso (a esta presentación se le llama el postre del abuelo).
Productos como la morcilla y el queso son típicos y fáciles de transportar. De este modo más que llevar un recuerdo a tus seres queridos, estarás llevando un trocito de Burgos para que puedan disfrutar. También podrás traerte múltiples de artículos relacionados con el Camino de Santiago ya que, como hemos mencionado anteriormente, Burgos es etapa principal del peregrinaje.