Córdoba reúne un impresionante patrimonio cultural. Empezando indiscutiblemente por la Mezquita Catedral, una construcción única en el planeta y la tercera mezquita en el mundo debido a su extensión. Ocupa un espacio de 24.000 m2 que encierra un bosque de columnas bicromáticas con sus arcos de herradura e inscripciones del Corán en oro y mosaicos.
Junto al Guadalquivir, el Alcazar de los Reyes Cristianos, merece ser descubierto, sobre todo por sus bonitos jardines. Aprovecharás para contemplar los restos de las antiguas murallas que delimitan el barrio de la Judería. Córdoba también conserva el único vestigio del legado judío en Andalucía: una sinagoga edificada en el primer cuarto del siglo XIV en estilo mudéjar.
Además cuenta con un gran patrimonio romano. Junto al ayuntamiento se encontró un Templo del siglo I después de Cristo. Los amantes de la arqueología no dejaran de visitar las ruinas de Medina Azahara, una fastuosa ciudad palatina edificada por el Califa Abd al Rahman III.
Del mismo modo, viajar a Córdoba te permitirá degustar algunas de las más típicas especialidades locales, como el auténtico salmorejo cordobés o los también clásicos flamenquines, que están para chuparse los dedos.
Visita la Mezquita-Catedral, el principal atractivo de Córdoba, una obra arquitectónica única en el mundo y un testimonio de la mezcla de culturas que componen la Andalucía moderna.
El Alcazar de los Reyes Cristianos, residencia fortificada de los califas y los reyes, rodeada de importantes y bonitos jardines y de una colección de mosaicos romanos también merece ser conocido. Podrás descansar en los jardines aprovechando su armonía, el ruido de las fuentes y el sonido de los pájaros.
Piérdete en las calles del casco histórico. A pesar de ser una zona muy turística, es encantadora.
Date una vuelta por la plaza de la Corredera, la única plaza mayor cuadrada de Andalucía que reúne una infinidad de bares y restaurantes.
Paséate junto al Guadalquivir con sus puentes, en especial el romano, y descubre la Torre de la Malamuerta, erigida en el siglo XV sobre los restos de una construcción islámica anterior.
Si estás de paso por la ciudad durante el mes de mayo, no te pierdas el concurso de patios cordobeses. Apreciarás uno de los mayores atractivos de la ciudad, heredero de las culturas romanas y árabes. Se empezó a colocar una vegetación abundante en los tradicionales patios para aumentar la sensación de frescor. Hoy en día, sus dueños rivalizan en ingenio para convertirlos en sitios de gran belleza.
Si te quedas un par de días en Córdoba y te gusta la arqueología, no deberás perderte la visita de las ruinas de Medina Azahara, una fastuosa ciudad palatina edificada por el Califa Abd al Rahman III. Se sitúa a unos siete kilómetros y unos autobuses que parten del centro histórico te conduce directamente hasta allí. Mas de 10.000 hombres trabajaron en su construcción utilizando variados y valiosos materiales: mármoles, metales preciosos, azulejos
Generalmente la ciudad lleva a cabo grandes obras de renovación o mantenimiento del patrimonio de la ciudad en temporada baja. Por ejemplo, en los jardines del Alcazar. Por tanto, mejor averiguar antes de venir si los monumentos que deseas visitar están abiertos.
Si te gustan las sopas frías, prueba el salmorejo cordobés, un gazpacho a base de tomate y miga de pan al que generalmente se le agregan pequeños trozos de jamón... ¡Una delicia! En su patrimonio gastronómico, Córdoba también cuenta con el estofado de rabo de toro y el flamenquín, un plato a base de jamón serrano enrollado en lomo de cerdo, rebozado en pan rallado, frito y, generalmente, acompañado de patatas.
En Córdoba existe una importante tradición de artesanado a base de plata. Encontraras diferentes collares, pendientes y objetos de platería en la multitud de tiendas que se concentran alrededor de la mezquita. También destaca el trabajo del cuero, que se declina en carteras bolsos y diferentes objetos.