Se trata de una fiesta religiosa, folclórica y popular que recuerda al camino que recorren los pastores desde la escultura de la virgen hasta la capital de El Hierrro para pedirle lluvia en períodos de gran sequía. Según la leyenda, antes de que llegasen al destino, empezaba a llover a cántaros en la isla. Se le atribuyen éste y otros milagros. La fiesta se celebra cada cuatro años y consiste en recorrer el camino que va de Valverde a la Dehesa haciendo varias paradas para pasarle la virgen a los portadores de cada pueblo. El camino se realiza con un cortejo de bailarines de cada municipio, vestidos con ropa típica y que distinguimos gracias a sus boinas coloridas y vistosas. En la actualidad, la fiesta incluye también la elección de la reina del día de la procesión de la Bajada de la Virgen, un título que todas las mujeres de El Hierro desean conquistar.