El Pirineo aragonés es una cordillera ideal para todo tipo de viajeros y turistas, ya que ofrece actividades y visitas para todos los gustos? desde la observación de la fauna y la flora, a los deportes de aventura «barranquismo, escalada, esquí, alpinismo, senderismo, deportes acuáticos», pasando por un sinfín de pueblos preciosos en los que se come de lujo, ¡todo hay que decirlo! Son muchas las sierras que configuran la cordillera pirenaica aragonesa, al norte de la comunidad, formando diferentes valles y parques naturales. Las cumbres más importantes se concentran en el Parque de Posets-Maladeta, con varias cimas que superan los 3.000 m; como el Aneto, el Posets o la Madaleta? perfectos para hacer montañismo y explorar los accidentes geográficos de vértigo, entre los que se encuentran los más de 100 lagos glaciales, las impresionantes formaciones acuíferas (cascadas, lagos, remansos, ríos, etc.) o las numerosas estaciones de esquí, como la célebre región de Benasque. Un Parque Nacional de visita ineludible es el de Ordesa y el Monte Perdido, donde se pueden encontrar todo tipo de maravillas naturales? la cima del Monte Perdido, con sus panorámicas de lujo; el Río Arazás, que atraviesa el Valle de Ordesa; el precioso Cañón de Añisclo, atravesado por el Bellós; las gargantas de Escuaín, que se abren en valle a partir del mirador de Revilla; o el Valle de Pineta. El macizo del Monte Perdido se interna en la cara francesa, dando lugar a un circo glacial, donde se encuentra la cascada más grande de Europa, de más de 400 m. La zona norte de Huesca cuenta con alrededor de 30 cimas de más de 3.000 m; auténticos miradores a vista de pájaro, incluso por encima de ellos.