Por ser la más pequeña de las islas Baleares, la Pitiusa menor. Situada a sólo media hora de Ibiza en hidrodeslizador, sorprende sobre todo por su tranquilidad.
Si piensas viajar a Formentera y quieres visitar sus municipios, te aconsejamos la ruta panorámica a través de las salinas. Encontrarás colores maravillosos, para una primera acogida de lo más cálida.
Los habitantes de Formentera, que adoran su isla, siempre están listos para informarte o aconsejarte sobre la mejor ruta.
Además, su clima mediterráneo, siempre cálido y poco lluvioso le permite presumir de más de 300 días de sol al año.
Entre los mejores planes para hacer en Formentera se encuentan las excursiones en medio de las dunas, caminatas a lo largo de la playa y excursiones por los rincones de la isla. Como puedes ver, Formentera se saborea a pie.
Así que no dejes de dar un paseo por el Camino (Camí) de S'Estany, que se despliega a lo largo de las salinas y que se tiñen de un color curioso al ponerse el sol, también date una vuelta por el Camí Vell de la Mola y el Camí de Porto-salé de Dalt, descubrirás tres molinos. Por último, no te pierdas el fantástico paseo hasta la playa de Llevant, en el extremo norte de la isla. Los coches y motos se dejan poco después de las salinas y luego se camina a pie hacia la larga lengua de tierra, rodeada de mar. Durante los días de marea baja, se puede llegar a pie a la isla de S'esplamador; si por el contrario la marea está alta se puede acceder nadando un poco.
Otro de los planes imperdibles es el submarinismo, pues en medio de la habitual tranquilidad y nitidez de las aguas de la isla, se encuentra la pradera de Posidonia Oceánica, un lugar perfecto para los amantes del submarinismo y de la fotografía subacuática, ya que permiten una magnífica visión a considerable distancia y profundidad. Y si no eres muy experto en bucear, también puedes hacer snorkeling, con esta actividad es posible llegar a recónditos lugars de la isla, en los que se puede ver una rica y variada fauna.
Los molinos, diseminados en la isla a la vuelta de la esquina, son cinco. El que se encuentra cerca del Far de la Mola está muy bien conservado.
Hay un faro en cada extremo de la isla: el Far de Barbaria y el Far de la Mola. Huelga decir que la vista es magnífica. El Far de Barbaria, que da al cabo homónimo, ofrece una vista especialmente impresionante, con acantilados escarpados de varios metros de altitud sobre el mar, que recuerdan casi a Inglaterra. Y, por supuesto, sus playas, pues Formentera es conocida y valorada turísticamente por sus playas de aguas transparentes y fina arena blanca, protegidas por el gobierno y por ello el hombre no puede hacerles ningún tipo de intervención. Así que entre las que no te podrás perder se encuentran: en la cara nordeste las costas de Llevant y Tramuntana, en la parte opuesta, la costa nordoeste con las playas más famosas de la isla, Illetes y Cavall d'en Borràs, al sur la costa de Migjorn. Otras de nuestras recomendadas son S'Espalmador, muy fácil de recorrer a pie y con varias playas pequeñas en su interior: S'Alga, en su litoral oeste. El otro gran arenal de la isla es la playa de Migjorn, con playas como Es Mal Pas, Es Ca Marí, Racó Fondo, Còdol Foradat, Es Valencians, Es Arenals, Es Copinar, y Es Caló des Mort. La costa de Tramuntana ocupa la parte norte central de la isla y es un tipo de costa rocosa baja. Es gratificante caminarla, comenzando en el Racó de sa Pujada. Es uno de los lugares más tranquilos, aún en temporada alta. En el extremo más occidental de esta costa, se encuentra Cala en Baster, una cala rocosa rodeada de elevadas paredes calizas en las que destacan los varaderos de embarcaciones realizados en cuevas naturales. Para acceder a ella con facilidad hay que hacerlo desde la población de Sant Ferran.
Si vas en familia y con niños pequeños, deberás tener en cuenta que en algunas playas de Formentera está tolerado el nudismo.
Te recomendamos que evites deambular únicamente en ciclomotor; es preferible pasear a pie por la playa. Además, aquí, como en todas las ciudades turísticas, es posible también alquilar bicicletas. Entre las diferentes nacionalidades que frecuentan la isla, los italianos son, según los habitantes, los más aficionados a los ruidosos ciclomotores.
Y no olvides que no debes pasar por algo las reglas acerca del paso sobre las dunas, pues estas forman parte de un ecosistema frágil, regularmente amenazado durante la gran afluencia de turistas en los meses de julio y agosto.
La paella a pie de playa y las especialidades de pescado fresco. Después de todo, estás en una isla.
Dónde comer
/Restaurante Sa Palmera, al lado de la playa Es Pujols. Con sus especialidades de pescado fresco y otros platos españoles, se parece a una pensión familiar. Las raciones son abundantes y el servicio delicioso. Sin olvidar el gato de la casa (¡Volice!) que se pasea por el restaurante cuando hay pocos clientes, aportando un toque distendido. Te puedes acomodar dentro o en la terraza con unas vistas al mar irreprochables. Y por la noche, se puede ver el fútbol si hay un partido. Tel: 0034 971 32 83 56
¡Un bronceado magnífico! Aunque no hay productos realmente típicos de la isla, la ciudad de Es Pujols posee sin embargo varias tiendas de ropa moderna. Un pequeño mercado se celebra en el centro de Sant Francesc Xavier, capital de Formentera y centro "urbano".