Al oeste de Palma de Mallorca se extienden zonas de veraneo bastante recientes y bien cuidadas, esparcidas a orillas de una costa rocosa. Viajar a Illetas es una buena idea si buscas descanso y glamour. Se trata de una de las zonas con más encanto. Illetas (significa islas pequeñas), se distingue por sus campos de golf y hoteles de lujo. Al finalizar la parte acantilada, este pequeño pueblo dispone de diferentes niveles y rebosa de encanto con sus impresionantes vistas al mar y su clásico estilo mediterráneo. Además, al estar allí su historia salta a la vista, pues Illetes fue construido expresamente como un complejo hacia mediados del siglo XX; por eso cuenta con muchas casas de verano tradicionales escondidas entre los edificios residenciales y los hoteles. También hay un complejo privado en Cala Comtessa, conocido como ?The Anchorage', que atrajo a la alta sociedad europea en los años setenta y ochenta.
Tienes donde elegir para divertirte: golf, Marineland en Portal Nous, Katmandou House, karting, aquapark, sesión de surf y bodysurf en el Sol Wave House de Magaluf o el casino.
Pero, por supuesto, la principal atracción de Illetes es la playa, pues no solo atrae a turistas extranjeros durante los meses de verano, sino también a los residentes locales. En cada una de sus playas podrás disfrutar una amplia gama de servicios, pero Cala Comtessa, Cala Oli y otras calas rocosas son menos accesibles y están menos equipadas, así que te aconsejamos que lleves todo lo que necesites. Y si lo que buscas no es solamente darte un chapuzón, sino disfrutar de unas horas de natación, este es el lugar ideal, pues sus aguas son seguras. Por eso no debes esperar encontrar atrevidos deportes acuáticos; por ele contrario, más que adrenalina, lo que encontrarás es un lugar de reposo, con varios clubes de spa y una amplia gama de terapias de masajes y relajación disponibles.
Desde Illetes se puede tomar una excursión al cercano pueblo de Génova, el cual te permitirá conocer las cuevas subterráneas, desde las que puedes comprender de manera lúdica cómo es que existen estas formaciones rocosas iluminadas, como las estalagmitas y las estalactitas. La isla también ofrece muchas opciones de deportes y actividades.
En octubre, la localidad costera de Santa Ponça organiza su Oktoberfest.
Los amantes de la autenticidad tendrán que salir de la muy urbanizada zona de Palma. Vale la pena visitar el campo y los pueblos, además de las montañas (al oeste) y las calas de color turquesa (al este). Una red de autobuses comunica regularmente las estaciones de la costa con Palma, pero el coche sigue siendo el mejor medio para descubrir la isla. Ahora bien, si no te gustan las playas abarrotadas de gente, tendrás que evitar Illetes, pues es tan internacional que durante la temporada alta suele estar muy lleno. Dispone de aparcamiento gratuito, pero aparcar allí puede convertirse en un verdadero desafío durante los meses de verano en todo momento.
En Mallorca se come y se bebe bien: paella, tapas, jamón ibérico, gazpacho, cañas, cerveza local, vino, sangría. Entre los restaurantes que te recomendamos, se destacan: Arrels by Marga Coll, que ofrece una auténtica comida mallorquina y justo frente al mar, y A Popa, que te permitirá cenar y escuchar al tiempo el sonido del mar de fondo y las olas golpeteando suavemente a la orilla.
Mucha artesanía mallorquina. Además de las famosas perlas de Manacor, conocidas en todo el mundo, aún se fabrica vidrio según las técnicas tradicionales y cerámica. Podrás llevarte también tapices, bolsos de cuero repujado, objetos de hierro forjado, cobre y madera de olivo, además de licores de hierbas.