Tercer edificio de la cristiandad después de San Pedro en Roma y Saint-Paul en Londres, la catedral de Sevilla es un edificio gótico del siglo XV dominado por una torre morisca que se remonta a 1198, la Giralda. Está coronada por una veleta, una figura de bronce inmensa que representa la Fe victoriosa y que da el nombre a la torre. Este antiguo minarete de la gran mezquita (y gemela de la Koutoubia de Marrakech) reconvertido en campanario alcanza los 98 metros de altura. La cima ofrece vistas panorámicas increíbles de la ciudad, especialmente de la plaza de toros de la Maestranza. Una rampa lo suficientemente ancha para que pase un caballo sube progresivamente los 34 pisos hasta la cima y da un poco de vértigo. Se dice que el muecín subía así para llamar a la oración. Se recomienda hacer una pausa al pie de la Giralda, en el Patio de los Naranjos . La catedral, con su cámara del tesoro deslumbrante, también alberga el mausoleo de Cristóbal Colón, un órgano doble de caoba y magníficas vidrieras y rosetones. No te pierdas la Capilla Mayor con su enrejado plateresco y el suntuoso retablo del siglo XV, obra maestra de la catedral. Este altar mayor encarna las riquezas de Latinoamérica con sus 2,5 toneladas de metal precioso procedente de México y Perú. Con sus 23 metros de altura y 18 metros de ancho, es el más grande de toda la cristiandad. Hecho de madera de cedro y naranjo, narra la Pasión de Cristo.