La Comunidad Valenciana cuenta con seis sierras principales de variadas orografías, cada una de las cuales supone un espacio protegido a modo de Parque Natural. Una de ellas es la Sierra de Calderota, que constituye un excelente mirador de las homogéneas masas forestales de varias comarcas, a pesar de no disponer de grandes cimas, la más alta es el Gorgo, de 907 m. Además, sus valles han servido de refugio a diferentes comunidades religiosas, lo cual ha dejado un importante patrimonio, como la Cartuja de Portaceli, Vall de Crist o el Convento de Sant Esperit. Otra importante sierra es la de Espadán, que cuenta con una importante red de pequeños senderos que discurren entre pueblecitos típicos del interior levantino como Almedíjar, Villamalur, Aín y bosques de pino y alcornoque (es importante la extracción de corcho especialmente en junio, cuando cambia el paisaje y nos permite conocer esta forma de producción tradicional). Serra Gelada está ubicada en el Parque Natural del litoral del mismo nombre, que comprende, además de la costa, algunas islas e islotes, y supone un espectáculo visual gracias a su orografía (montañas, acantilados, islas) así como por su peculiar fauna y flora fruto de un microclima particular. Sin embargo, no se puede pasar de largo ante el resto de serranías; como la Sierra de Mariola, que cuenta con varias zonas acuíferas (ríos, fuentes) o la zona virgen de Irta, con sus preciosos y abruptos acantilados.