Decir que la bahía de Palma es el punto más turístico de la isla es un eufemismo ya que acoge a 8 de los 10 millones de veraneantes que visitan cada año Mallorca. Magaluf, totalmente desfigurada por la vorágine inmobiliaria, se ha visto afectada por la creciente delincuencia y el hooliganismo. Aquí se practica el "balconing", una práctica suicida que consiste en saltar del balcón a la piscina del hotel y que suelen realizar los jóvenes ebrios. El lugar acoger una clientela esencialmente británica. Viajar a Magaluf es una buena idea para los incondicionales de los deportes náuticos, que no quedarán decepcionados ya que las playas están equipadas para practicar esquí náutico, vela o paracaidismo ascensional. El hotel Sol Wave House de Magaluf contiene el mayor simulador de olas de Europa para practicar surf y bodysurf. En verano se organizan fiestas en la piscina con DJ y ambiente lounge chill out en el Nikky Beach. Los niños disfrutarán en el parque de atracciones Katmandou House.
No hay tiempo para aburrirse en Magaluf gracias al parque de atracciones Katmandou House, el karting, el aquapark o la posibilidad de realizar una sesión de surf y bodysurf en el Sol Wave House, además del casino y el marineland de Portals Nous.
El Son Amar, en el interior de la región de Palma en dirección a las montañas de Soller, propone una cena espectáculo de calidad con un show ecuestre, magia y ballet español.
El parque de atracciones Katmandou House, un parque acuático. La gran playa de Magaluf contiene arena negra, agua cristalina y está bordeada por un paseo asfaltado lleno de palmeras. Una playa preciosa que parece una laguna. Es una pena que el lugar haya quedado desfigurado con la presencia de edificios horrendos para acoger a los veraneantes. Mide 850 metros de largo y 35 metros de ancho. Se trata de un lugar bastante ruidoso y repleto de gente en temporada alta debido a la presencia de numerosos hoteles, bares y restaurantes. Aquellos que quieran una tumbona a la sombra, deberán alquilarla en alguno de los numerosos servicios de la playa cuyos precios rondan los 5 o 10 euros por día. La playa también dispone de duchas. Otras actividades posibles son la banana acuática, el paracaidismo ascensional o el patinete. Justo enfrente se ve la isla de Sa Porassa.
En octubre, en Santa Ponça se organiza el Oktoberfest, la fiesta de la cerveza, aunque resulta bastante cara: ¡12 euros la cerveza!
Los amantes de la autenticidad tendrán que salir de la zona urbanizada de Palma. Vale la pena visitar la campiña y los pueblos, además de las montañas al oeste y las calas bien conservadas de color turquesa al este. Una red de autobuses comunica regularmente las estaciones de la costa con Palma, aunque el coche sigue siendo el mejor medio para descubrir la isla. En temporada alta, es mejor evitar las calles animadas de Magaluf por las noches, invadidas por británicos borrachos haciendo de las suyas.
Magaluf está frecuentado por ingleses, cosa que queda patente a nivel de la comida. Es más fácil encontrar fish and chips, hamburguesas o patatas fritas que tapas y paella.
Mucha artesanía mallorquina. Además de las famosas perlas de Manacor, conocidas en todo el mundo, se continúa fabricando cristal según las técnicas tradicionales y cerámica. Otros recuerdos para llevarse consigo son tapices, bolsos de cuero reposado, objetos de hierro forjado, de cobre o de madera de olivo y licores de hierbas.