La capital de la Comunidad Foral de Navarra ofrece las ventajas de una gran urbe con el encanto, la tradición y el estilo de vida que caracterizan a una de nuestras ciudades españolas más conocidas en el mundo entero. Ideal para pasear, reposar y disfrutar de su excelente gastronomía, Pamplona también destaca por su amplia oferta de parques y jardines, siendo una de las ciudades con mayor número de espacios ajardinados en proporción a su superficie. Entre sus parques y zonas verdes más destacadas se encuentran el de Vuelta del Castillo, que da la vuelta rodeando la ciudadela; el Yamaguchi, de diseño japonés; y el de Taconera, el más antiguo, hermoso y emblemático de la ciudad. Este último, diseñado por el mismo arquitecto a quien se le encargo la configuración de los jardines de Versalles, combina especies arbóreas y florales con esculturas y un pequeño zoo, revelándose como una auténtica delicia para los visitantes de todas las edades. La ciudad está arropada por una muralla colindante al río Arga que atestigua la importancia de la que gozó esta histórica urbe en el pasado.
Si hablamos de zonas verdes, no podemos olvidarnos de los campus de las tres universidades situadas a las afueras de Pamplona. Junto al casco histórico pamplonica, el mejor lugar para ir de pinchoos, cazuelitas y/o vinos, no puedes irte de Pamplona sin haber visitado la zona moderna (arquitectura contemporánea y de viejos burgos restaurados), en donde el viejo arte del buen yantar es casi como una religión.
Pamplona es la perfecta combinación entre naturaleza, cultura e historia. Por ello, hay muchos lugares que no te puedes perder, son los imprescindibles.
En tu visita a Pamplona, vas a encontrarte numerosas catedrales e iglesias, forman parte de la historia de la ciudad, pero nosotros te recomendamos tres que no te puedes perder: la Catedral de Santa María la Real, la Iglesia de San Nicolás y la Iglesia de San Cernín.
Pamplona también se caracteriza por sus espacios verdes, los parques y jardines. Muchos de ellos muy conocidos como el de Yamaguchi y el planetario, el de Ciudadela y Vuelta del Castillo en el centro de la ciudad o La Taconera, los jardines más antiguos de la ciudad.
Paséate por sus calles y encuentra rincones especiales como la Plaza del Castillo o el Paseo de Ronda, Un camino con vistas en la parte superior de la muralla. También puedes disfrutar de la oferta cultural que ofrece la ciudad en los museos como en el Museo de Navarra, el de Oteiza o el Catedralicio.
Uno de los mayores atractivos de esta ciudad es la gastronomía, ya que combina todo tipo de productos de gran calidad con el que se elaboran desde los conocidos pinchos de Pamplona hasta los platos más típicos de la cocina navarra.
Dentro de las carnes algunos de los platos destacables son el cordero en chilindrón, las magras con tomate y el gorrín asado, sin olvidar el chuletón de ternera de Navarra. La tradicional matanza del cerdo permite elaborar diversos embutidos que sólo se encuentran en esta zona, como la txistorra y la birika, ésta última, como hemos señalado antes, acompañamiento muy frecuente en los platos hechos con alubias rojas.
También muy conocida encontramos la torta de txantxigorri, un dulce muy apreciado elaborado apartir de manteca de cerdo, canela, azúcar y masa de pan. En cuanto a postres típicos encontramos los famosos quesos navarros de Roncal e Idiazábal, las torrijas y la leche frita. Estos postres podemos degustarlos en restaurantes típicos del casco antiguo de la ciudad.