La fabulosa ciudad de Peñíscola, en Castellón, se encuentra ubicada en el centro de la Costa Azahar, un extenso litoral de playas aptas para el baño, a excepción de lo que puedan decir las banderas en algún momento y lugar puntual. La ciudad se sitúa en un gran peñón, realmente en medio del mar. Esta población está fortificada por murallas de diferentes épocas y estilos, que protegían el castillo que corona la cumbre de la pequeña península. Son muchas las construcciones emblemáticas y los edificios con encanto a los que se llega a través de portones y entradas de todo tipo que configuran una de las ciudades más especiales de toda España. Sin embargo, y al margen de las numerosas visitas ineludibles, lo mejor es dejarse llevar por la intuición y hacer un recorrido comprimido por las diferentes épocas que ha dejado el importante legado que dibuja esta encantadora urbe, especialmente de la época del medievo renacentista. ¡No planifiques tu viaje a Peñíscola y dejate seducir por su encanto! Además, Peñíscola es un importante centro de ocio, nocturno y diurno, con actividades y festivales de todo tipo, así como un punto importante para descubrir la costa y la sierra en la que se enmarca. No es casualidad que sea la cuna del Festival de Cine y de Jazz. ¿Se puede ver o escuchar con mejor fondo que éste?
Uno de los planes imperdibles de Peñíscola es dar un paseo por su castillo, declarado monumento histórico y artístico en 1931. Se encuentra situado en el punto más alto del peñón, a 64 metros sobre el nivel del mar y cuenta con un perímetro de 230 metros. Fue construido por Los Templarios sobre restos de una antigua alcazaba árabe y, bajo el mandato de Benedicto XIII, fue transformado en palacio papal. Se dice que es una de las construcciones más sólidas y fuertes de España, pues ni siquiera los bombardeos de las numerosas guerras y asedios han afectado la conformación del castillo. En los alrededores del edificio hay otras fortalezas que tampoco debes perderte como el Parque de Artillería, que ha sido restaurado como parque botánico y donde se puede pasear entre los jardines, en los cuales se levantan varias palmeras, olivos, lavandas y flora autóctona del Parque Natural de la Sierra de Irta. Por último, debes visitar las murallas construidas en distintas épocas y que componen todo el Casco Antiguo de la ciudad.
Otro de los lugares que no te puedes perder es el Parque Natural de la Sierra de Irta, uno de sus tesoros mejor guardados e ideal para hacer senderismo, bañarse en cualquiera de su 15 calas o pasear en medio de la naturaleza. Desde todos estos lugares los paisajes son simplemente espectaculares, pues se mezclan el mar y la montaña, lo que permite contemplar desde los picos más elevados espléndidas panorámicas de la costa e incluso de las Islas Columbretes.
Si hay algo que no puedes olvidar durante tu visita a Peñíscola es bañarte y disfrutar en cada una de sus playas. A continuación las enumeramos para que no te pierdas ninguna: Playa Basseta, Cala Argilaga, Playa Torrenova, Playa Irta, Playa de la Petxina, Playa del Pebret, Playa del Russo, Playa Santa Lucía, Playa de las Viudas, Cala Badum, Cala del volante, Cala L'Aljub, Cala Ordi, Cala Puerto Azul, Palaya Sur y Playa Norte.
Peñíscola cuenta con un clima sumamente agradable durante casi todo el año. De hecho, el invierno no suele ser tan frío como en otros lugares de España. Además, es la mejor época del año para degustar la gastronomía típica de la zona, pues es cuando mayores variedades de pescados y mariscos se encuentran en sus aguas. Por ello te recomendamos una visita al puerto a las 17 horas, para que admires la descarga de la pesca del día, que es precisamente en donde se halla el secreto de su gastronomía. Uno de los platos imprescindibles es, sin duda, la 'Tisana del Papa Luna'. Se trata de una infusión medieval que aparentemente tiene propiedades curativas pero, si sus efecto no surten resultados, vas a disfrutar de este exquisito plato.
Más que algo para llevar de recuerdo de Peñíscola a tu casa, lo que te recomendamos es que te dirijas a un centro de belleza o spa y te lleves contigo una deliciosa sensación de bienestar. Antes de llegar a Peñíscola, puedes consultar una guía de la ciudad y pedir cita previa en alguno de los clubes especializados en cuidados intensivos. Hay para todos los gustos: baños curativos, drenaje, quiromasaje, una sesión de reflexología podal, terapias manuales, sauna, ducha escocesa así como tratamientos faciales y corporales estéticos. Será la mejor inversión y el mejor recuerdo que te podrás llevar.