La localidad de Santo Domingo de la Calzada cuenta con un importante patrimonio que hace de la ciudad una cita ineludible a la hora de viajar a La Rioja. Aunque lo mejor es dejarse llevar por sus calles, barrios y plazas entre las que destaca la Plaza Mayor, existen algunas citas de obligado cumplimiento, como la visita a la Catedral, de estilo románico y que alberga atractivos suficientes para dedicarle un buen rato. Esta ciudad, vinculada directamente al Camino de Santiago, nació a raíz de la construcción de un puente y un sendero para superar el río Oja por parte de los peregrinos, los cuales fueron realizados por un ermitaño llamado Domingo. La popularidad durante el medievo de la ciudad aumentó gracias a una de las leyendas más importantes del cristianismo de la época, la cual asegura que cuando los habitantes del pueblo fueron a ver al juez para asegurarle que un joven alemán continuaba vivo tras haber sido ahorcado por un falso robo, éste dijo mientras comía: Ese hombre está tan vivo como esta gallina asada. Según cuenta el mito, la gallina cantó. Es por ello que el gallo y la gallina son emblemas de la ciudad que podremos ver en muchos puntos de nuestra visita por Santo Domingo de la Calzada, donde canta la gallina después de asada.