Última obra inacabada de Gaudí, la más conocida, a la cual dedicó los últimos años de su vida. Consigue conjugar la arquitectura, la poesía, la religión, la botánica y la astronomía. La construcción del edificio empezó en 1882 y Gaudí le dedicó 40 años de su vida hasta su muerte, en 1926. Construida como un templo expiatorio, la Sagrada Familia fue financiada desde sus inicios exclusivamente por las donaciones de particulares, como sigue siendo actualmente, gracias a las donaciones recibidas de la gran cantidad de admiradores de la obra maestra de Gaudí. Se han construido 8 de los 18 campanarios de las fachadas, con una altura que supera los 100 m y dedicados a los apóstoles. Aún quedan por construir las cuatro torres de la fachada de la Gloria: la torre central de 170 m en honor de Jesucristo, la torre de Nuestra Señora, (125 m), y las de los cuatro evangelistas. Se comenta que las obras podrían acabarse alrededor del año 2020. La entrada al templo expiatorio de la Sagrada Familia permite visitar, excepto la parte que se está construyendo, la cripta donde descansa Gaudí, y también un museo donde se puede observar el pasado, el presente y el futuro del templo a través de maquetas, fotografías, planos y objetos decorativos. La visita de las torres te transporta en un espiral vertiginoso al interior de un gigantesco caracol de piedra. Los más atrevidos subirán los 426 peldaños de esta escalera de caracol hasta la cumbre, desde donde se puede admirar una panorámica sobre Barcelona que te dejará sin aliento. Los demás, subirán en ascensor. Esta catedral moderna, clasificada como patrimonio de la humanidad por la Unesco, se ha convertido en el símbolo de Barcelona.