Viajes a San Diego: las mejores playas de California

Además de ser la séptima ciudad de Estados Unidos con aproximadamente 1,3 millones de habitantes, San Diego también es una ciudad famosa porque goza del sol californiano... ¡300 días al año! La riqueza de su tierra unida a su belleza natural la convierten en un destino turístico importante de California. Además, la ciudad posee una importante fachada Pacífica con la península de Coronado y sus playas paradisíacas que disfrutan de un clima muy suave. San Diego es un regalo para los amantes del relax total. Las regiones circundantes ofrecen varias excursiones interesantes, incluso una visita a México para los más motivados. De hecho, la ciudad fronteriza de Tijuana se encuentra a unos kilómetros.
La propia ciudad de San Diego también tiene interés desde el punto de vista turístico. Posee un centro histórico que ha sabido mantener intacto y el barrio atípico de Gas Lamp Quarter que, como su nombre indica, solo está iluminado por lámparas de gas, que le confieren un encanto sin par. El Balboa Park, auténtica bocanada de oxígeno en pleno centro, es una maravilla con una abundante vegetación tropical. Alberga muchos museos y galerías.
El zoo de San Diego también merece la pena. Forma parte de los zoos más grandes del mundo y es especialmente famoso por su implicación en la protección de las especies amenazadas. Asimismo, el SeaWorld de San Diego es uno de los lugares imprescindibles de la ciudad.

Desgraciadamente, tendrás que escoger entre todas las atracciones de San Diego. En primer lugar, es obligatorio visitar el zoo de San Diego. Se trata de uno de los parques de animales más grandes del mundo, con cerca de 4000 especies de animales repartidas en un área de 40 km². Hay tigres, osos panda, gorilas y muchas otras especies amenazadas o en vías de extinción. Hay que destacar la parte reservada a los niños, en la que podrán acariciar algunas especies.

El Sea World es otro de los imprescindibles de la ciudad. Este gigantesco parque acuático propone, entre todas sus atracciones, un espectáculo de ¡siete orcas!, una galería sumergida que permite rozar tiburones, o la imprescindible piscina que permite acariciar rayas. El Sea World también es uno de los únicos parques que posee ballenas en cautividad.

La zona portuaria de San Diego reúne muchos edificios militares, es la mayor base naval del Pacífico del país. Si tienes suerte, incluso verás un portaaviones, ¡es un espectáculo impresionante! Así seguro que podrás sacar unas bonitas fotografías.

Por último, los surfistas y los amantes de las olas estarán encantados con las olas del Pacífico y las perfectas playas de San Diego. Acuérdate de llevar la tabla.

La situación del Balboa Park en pleno centro de la ciudad hará que se imponga como obligatorio en la planificación de las visitas. En 490 hectáreas totalmente verdes se exponen una quincena de museos y curiosidades. El Museo del Hombre y sus alfarerías, decoraciones maya y curiosidades de las tribus del sudoeste antes de que llegasen los españoles valen la pena. A los antropólogos también les gustará ver la réplica del cráneo de Lucy, la célebre australopiteco.
Más original, el San Diego Model Railroad Museum está dedicado a las reproducciones en miniatura de las redes ferroviarias. Los amantes del modelismo o los nostálgicos de los trenes pequeños de su infancia se quedarán prendados por la calidad de las reproducciones a escala 1/87.
En el Balboa Park también podrás visitar el Spanish Village, construido en los años 30 y ahora declarado monumento histórico.
A treinta kilómetros de la ciudad, el destino turístico de La Jolla y su encanto apacible harán las delicias de los que buscan un ambiente más tranquilo.

El zoo de San Diego es demasiado grande para visitarlo en un solo día. Intenta reservarle dos días consecutivos en la agenda.
Los precios en Estados Unidos suelen indicarse en las tiendas sin impuestos. Cuando vayas a pagar te puedes llevar una cara sorpresa...

El zoo tiene mucho éxito, así que suele llenar rápido. No tendrás tiempo de dormir hasta tarde, tienes que entrar lo antes posible para evitar las multitudes.
Al igual que en todo Estados Unidos, se recomienda respetar la mentalidad estadounidense: no intentes ser irónico, ni aunque estés de broma. Fumar en las calles también está muy mal visto.

El vino californiano suele hacer honor a su reputación.
Debido a la cercanía de México, es más fácil encontrar burritos y otras especialidades mexicanas especialmente sabrosas.
A los alérgicos a las hamburguesas siempre les quedarán los restaurantes franceses.
En California, el pescado ocupa un lugar de honor. Aprovecha para comer marisco. También hay una amplia variedad de sushi en los restaurantes buenos.

Aparte de las múltiples fotografías que harás, de San Diego no te podrás llevar recuerdos originales. En cambio, hay muchas posibilidades de que compres una serie de camisetas con los colores de la ciudad, un peluche en el Sea World, una gorra de marinero, una taza con un león pintado o las camisetas de los equipos de la ciudad. Es decir, una serie de objetos tan inútiles como indispensables, en la línea de Estados Unidos.