Las Islas Fiyi conforman un archipiélago de 300 islas dispersas en el océano Pacífico, pero a diferencia de las Islas Cook, no se trata precisamente de pequeños atolones e islotes rodeados de miles de kilómetros cuadrados, sino de auténticas islas con una superficie considerable. El mejor ejemplo de esta realidad lo encontramos en la gran isla de Viti Levu. De origen volcánico, el tamaño de esta isla es cinco veces mayor que el de la región francesa de Martinica, en el Caribe. Y es que los fiyianos tienes tierras, tierras de una belleza inimaginable. Pero lo cierto es que de las 322 islas menores y mayores que componen su territorio, apenas un centenar son habitadas por una población en la que puede apreciarse un fuerte mestizaje. Polinesios, micronesios, malayas, europeos y chinos, son las principales culturas que conforman la identidad de la República de Fiyi. El resto de islas no son más que un puñado de pequeños y paradisiacos atolones que no interesan a nadie...¿No es así?
Si este país de Oceanía se ha labrado una envidiable reputación alrededor del mundo, ha sido en buena parte gracias a dos deportes: el rugby y el buceo / submarinismo. El primero ha permitido a la República de Fiyi darse a conocer entre la mayoría de europeos, mientras que el segundo atrae a multitud de visitantes de todos los rincones del planeta por la claridad de sus aguas color turquesa y la fuerte diversidad de fauna y flora subacuática que decora sus fondos marinos.
Las Islas Fiyi son un muy popular destino turístico. Al contrario de lo que uno pueda pensar, lo cierto es que existen un montón de compañía que conectan regularmente este paradisiaco archipiélago con infinidad de ciudades de todo el globo, haciendo gala además de una completa oferta de alojamientos y servicios para viajeros y turistas. No obstante, una de las ventajas que también presenta este destino es que a pesar de su éxito, no faltan lugares tranquilos en los que aislarnos casi por completo para descansar lejos del mundanal ruido y del estrés de la vida diaria.
Para encontrar las playas más hermosas de todo el país, hay que poner rumbo a las islas de Mamanuca y Yasawa, dos archipiélagos ubicados al noroeste de Viti Levu. No obstante, existen otras muchas islas y atolones dignos de una postal, como las que se encuentran al Este, concretamente en la provincia de Lau (alrededor de Tubou), aunque lo cierto es que su acceso es mucho más complicado, aunque sin duda, el esfuerzo merece la pena.
En lo que al buceo y submarinismo se refiere, tanto los debutantes como los practicantes más experimentados encontrarán en la impresionante Great Astrolabe Reef un auténtico oasis de vida subacuática en el que se deleitarán contemplando la rica flora y fauna marina oculta bajo la superficie. Al sur de la República de Fiyi, en la punta noreste de la provincia de Kadavu, esta barrera coralina que rodea las isletas de Dravuni, Yaukuvelevu y Bulia, invita a los visitantes a disfrutar de sus aguas color turquesa, cuya perfecta visibilidad invita a lanzarse a la conquista de los fondos marinos. Además, las playas de arena blanca y fina este exótico lugar son una auténtica delicia.
Pero además de todo esto, tal y como explicábamos al principio, las Fiyi cuentan con una considerable superficie salpicada de volcanes y junglas que invitan al viajero a perderse por sus exóticos dominios. Los amantes del senderismo y de la naturaleza encontrarán en este paraíso insular un lugar perfecto para disfrutar de su flora y fauna, existiendo muchos senderos e itinerarios en las que las cascadas, la exuberante vegetación, y las vistas panorámicas, se revelan como los principales protagonistas.
Para disfrutar de un auténtico trek entre la jungla y las lagunas color turquesa, la mejor opción es realizar el recorrido de la isla de Viti Levu. Éste brindará al viajero la oportunidad perfecta de descubrir el interior y las zonas altas de la isla, conocidos con el nombre de Nausori Highlands, así como de poder practicar numerosas actividades al aire libre, como barranquismo, escalada, rafting, kayak en aguas bravas...¡Y es que cualquier cosa es posible en las Islas Fiyi!
.Para quienes no se interesen tanto por las playas y lagunas de aguas turquesas, la República de Fiyi ofrece a lo largo de su territorio una fuerte riqueza cultural que ni mucho menos pasará inadvertida ante los ojos de los visitantes. Un universo a descubrir mientras se degusta un buen vaso de Kava, una de las bebidas tradicionales también típica de otros archipiélagos del Pacífico, que también sirve como pretexto para compartir un buen momento y descubrir el buen espíritu de los locales y como es el día a día en este archipiélago de ensueño.
Para llevarse como recuerdo: artesanía local (pareos, bordados, cestería, cerámica, artículos de madera), joyas de nácar, conchas, especias, cintas de música folclórica, etc. Apenas se práctica el regateo, excepto con los comerciantes indios. Las tiendas abren de lunes a viernes de 09:00 a 17:00, y los sábados de 09:00 a 12:00.
La cocina local incluye platos fiyianos e indios. Los pescados y mariscos son ingredientes fundamentales sin los cuales sería imposible comprender la gastronomía de la República de Fiyi. No obstante, en muchos de los platos tradicionales puede apreciarse la notable presencia de las carnes de pollo y cerdo. El pescado y las carnes blancas son a menudo acompañados por los 'root crops', nombre genérico con el que se designa a los tubérculos más consumidos en las islas. Entre las especies más populares se encuentra el taro o dalo, tubérculo muy similar al ñame o la yuca, generalmente consumido bajo la forma de tapioca.
Entre las especialidades, se pueden mencionar el kakoda (pescado con leche de coco y limón verde), el rourou (plato a base de taro), el kassaua (tapioca cocida al horno gratinada con jugo y leche de coco, azúcar de caña y puré de plátano), el duruka (espárrago local), los platos indios al curry, los platos occidentales y, como postre, una gran variedad de frutas exóticas.
Aunque la mayor parte de la población de las Islas Fiyi sea de confesión católica, en este país insular por encima de la palabra de Dios se impone una religión casi todavía más sagrada: el rugby.
Los fiyianos son un pueblo extremadamente hospitalarios y cultivan una serenidad frente a cualquier contratiempo de la vida que resulta realmente sorprendente. No obstante, cabe destacar que la República de Fiyi no es precisamente el país más puntual del mundo. Conocido con el nombre de fijian time, la hora fiyiana se desarrolla en un flujo espacio temporal bastante aleatorio que responde a un principio bastante simple: "llegaré cuando llegué", y este es aplicable a cualquier tipo de situación.
Los fiyianos hacen artesanía tradicional de calidad y, en particular, cerámica autóctona que ha conseguido sobrevivir al impacto destructor de la influencia occidental, de los misioneros y del turismo. Los bailes rituales (mekes) se realizan acompañados de la narración de relatos transmitidos por tradición oral. Esta práctica sigue estando muy extendida hoy en día. En la República de Fiyi existen importantes comunidades indígenas que trabajan a la manera tradicional en las plantaciones de azúcar de caña.
Se desaconseja encarecidamente realizar topless en las playas y llevar pantalones cortos y ropa excesivamente escotada en los pueblos.
Una vez más, resumir todos los atributos que ofrece este hermoso país a playas de ensueño de aguas color turquesa sería un gran error, ya que el archipiélago ofrece una amplia variedad de actividades y lugares de interés para poder disfrutar de un viaje itinerante para descubrir su rico patrimonio natural y cultural. Un recorrido que puede realizarse tanto en por carretera como en barco o avión.
Hasta hace algunos años, las islas Fiyi eran un destino únicamente al alcance de unos pocos privilegiados. No obstante, hoy en día las cosas han cambiado bastante, sobre todo gracias a la creciente oferta de vuelos que se ha visto traducida en un notable descenso en el coste de los billetes de avión. También depende de la forma de vivir y el hospedaje que decidas contratar en las islas. Si eliges un tipo de vida al estilo local, alojándote en pequeños hostales, comiendo en sitios populares o en los puestos de los mercados, y viajando en autobús o en barcos públicos, el presupuesto no superará los 30 euros diarios. En cambio, si prefieres sentirte como en una película de Hollywood bajo los cocoteros, tomando cócteles azulados junto a la piscina de un lujoso hotel, rodeado de una vegetación exuberante y de una laguna privada, con langostas y champán servidos por un mayordomo a tu servicio, y un yate fletado para darte un baño en un atolón, es muy posible que tu presupuesto se agote muy rápidamente.
El Aeropuerto Internacional de Nadi, ubicado en la costa oeste de Viti Levu, es la puerta entrada de la mayoría de los viajeros que visitan la República de Fiyi. Desde aquí, pueden tomarse diferentes vuelos internos para poder visitar algunas de las pequeñas islas que aúnan los aviones regionales. Al margen de Nadi, los principales aeropuertos locales son los de Nausori (situado en las proximidades de Suva, la capital del archipiélago, en la isla de Viti Levu), Labasa y Savusavu (en la isla de Vanua Levu), Taveuni, Vanua Bavalu, Cici, Labeka, Koro, Gau, Moala y Kadavu.