Arras, la ciudad natal de Robespierre, François Vidocq y Guy Mollet, capital de Artois situada en un remanso de verdor lleno de valles, se caracteriza por la belleza de sus plazas, iglesias y edificios de estilo flamenco.
Ciudad cargada de historia, casi aniquilada durante la Primera Guerra Mundial, ha sido remarcablemente reconstruida de manera idéntica gracias a la tenacidad de sus habitantes, y siempre ha tenido un dinamismo que sigue demostrando con su esplendor económico y cultural.