Calais, verdadera puerta a Inglaterra, se sitúa en el canal de la Mancha a menos de 35 kilómetros de las costas inglesas.
Orgullosa ciudad de marineros, la capital del encaje nació de la fusión entre dos ciudades en 1885: Calais norte « la burguesa» y Saint-Pierre « la popular».
Destruida durante la Segunda Guerra Mundial, ha sabido renacer de sus cenizas convirtiéndose en el primer puerto de viajes de Francia y desde 1993, en la ciudad del túnel bajo la Mancha.
Si quiere hacer excursiones aquí podrá hacerlas: podrá coger 32 itinerarios diferentes, andando o en bici. Hay más de 3000 km de senderos pedestres bien mantenidos y balizados para que pueda pasear y descubrir el patrimonio del departamento y sus alrededores. También podrá cruzar a caballo el pantano, los ríos, jardines, canales, colinas y dunas de la Côte d'Opale. Podrá elegir su itinerario y personalizarlo según lo que desee hacer. Los más aventureros podrán hacer parapente, paracaídas, rafting, jet-ski y paintball. Si prefiere las actividades más tranquilas, Calais es el paraíso de la vela, el golf o la pesca.
La Torre de Guet (Torre de vigía). Esta torre de 38 metros tiene fecha del siglo 13 y ha sido nombrada monumento histórico en 1931. Es uno de los monumentos más antiguos de la ciudad.
La Ciudadela se empezó a construir en 1560 y se destruyó y reconstruyó muchas veces desde entonces. La parte interior se destruyó durante la Segunda Guerra mundial pero aún se pueden observar las murallas medievales y se pueden recorrer las avenidas floreadas de la Porte de Neptune.
El "Feu de Walde", el antiguo faro, construido en 1857 se va a desmontar ya que está estropeado desde 1953 por culpa de una explosión de propano.
La iglesia Notre-Dame sufrió muchos daños durante la segunda guerra mundial y todavía no se ha vuelto a reconstruir del todo. Se prohíbe el acceso al publico al centro, el retablo y a la capilla de la virgen y se espera una renovación desde hace más de 60 años.
Entre los demás museos de Calais está el museo de Bellas Artes y del encaje, la Ciudad Internacional del Encaje y la Moda, el museo de la Segunda Guerra mundial.
No se olvide de coger un jersey para las noches de verano.
Las tiendas cierran entre las 12h y las 2h de la tarde.
El centro está muy vacío y las aceras están sucias y resbalan.
La gastronomía de Calais se separa en dos partes: restaurantes auténticos y refinados, y productos locales vendidos directamente por los productores y artesanos. Le propondrán a la hora de comer pescados, carnes, pollo, acompañados de endivias, de berro, de coliflor o de patatas, y para beber, cerveza o enebro (un alcohol fuerte con sabor a frutas). La ciudad organiza fiestas regionales durante todo el año. Entre ellas están la fiesta del hareng, de la fresa, del pavo, la feria de la chalote, etc.
Una tarta de azúcar, enebro, encaje.