Aunque hubo que esperar un año, tras el terrible incendio que destruyó la catedral carolingia el 6 de mayo de 1210, y toda la determinación del arzobispo Aubry de Humbert a fin de construir, sobre los cimientos, los primeros muros que iban a constituir el futuro edificio religioso de la ciudad de Reims, la obra de construcción avanzó rápidamente entre 1220 y 1230.
Durante este período de tiempo, se construyeron los cinco tramos orientales, las paredes de la cara oeste de la nave lateral del transepto y las colaterales de la nave (protegiendo así la antigua nave más estrecha, donde se celebraron los oficios hasta 1228).
Incluso llegaron a celebrarse dos coronaciones reales. La primera, en 1223, fue la de Luis VIII y la segunda, en 1226, la del futuro San Luis, Luis IX.
Entre 1233 y 1236, los altercados que enfrentaron a los habitantes y a sus señores eclesiásticos ralentizaron considerablemente el avance de las obras y, probablemente, dieron lugar a la renuncia a edificar naves laterales dobles en la nave, la instalación de capillas laterales en los contrafuertes de la nave y el abandono del proyecto de construcción de las agujas.
Una vez transcurrido este período, el coro y el transepto fueron finalmente terminados en 1241 y se construyó una pared provisional para separar el santuario de la obra de la nave. La parte occidental de la catedral se construyó de forma independiente al resto del edificio y en 1245 se erigió la nueva fachada, pero a unos veinte metros de la antigua que se mantuvo. La catedral no se terminó hasta mediados del siglo XV, cuando se levantaron las dos torres.
La arquitectura destacada de la catedral.
Los pórticos de la fachada oeste:
El pórtico mayor de esta fachada se dedica a la Virgen María y está coronado por un gablete que representa la «Coronación de la Virgen por Jesucristo». El gablete del pórtico derecho ilustra el «Juicio Final», mientras que el de pórtico izquierdo se dedica a la «Pasión de Cristo», con Cristo crucificado rodeado por la Virgen y San Juan.
A través de estas realizaciones, distinguimos el trabajo de varios talleres de escultura que trabajaron a lo largo de medio siglo. Las influencias proceden de las esculturas de Chartres, Amiens o del arte antiguo.
El taller de Reims se distingue por el estilo de Champaña que crea y que es una síntesis de diferentes aportes, alcanzando su apogeo con la escultura del ángel sonriente.
El «Pórtico de los Santos» (construido hacia 1220-1230, en el que se representa a San Remigio y Clodoveo, San Nicasio y su hermana Santa Eutropia), el «Pórtico del Juicio Final» (construido entre 1225 y 1230, encontrándose en el centro el Cristo bendicente, a la derecha San Juan, Santiago el Mayor y San Pablo y a la izquierda, San Pedro, San Andrés y San Bartolomeo) y el «Pórtico Románico» (construido hacia 1160-1170. Hasta el siglo XVIII se integró en la galería del claustro de los canónigos y presenta importantes vestigios de policromía que datan del último tercio del siglo XII) componen la fachada norte.
La catedral de Reims se distingue de otras grandes catedrales (Chartres, Soissons y Amiens) por su plan diferente, longitud de la nave diversa y nave del transepto (compuesta de naves laterales triples) constituida por naves dobles en tres tramos del coro.
El laberinto de mármol negro, incrustado en el enlosado del tercero y cuarto tramo de la nave, destruido en 1779, a petición de un Capítulo que ya no soportaba ver jugar a los niños durante sus oficios, se había realizado para glorificar el trabajo de los arquitectos.
/ Antes de su destrucción, los fieles lo recorrían de rodillas en señal de penitencia. Las siluetas de los cuatro arquitectos (Jean d'Orbais, Jean Le loup, Gaucher de Reims y Bernard de Soissons) estaban representadas en las esquinas y podían identificarse gracias a las leyendas de plomo. Tras múltiples discusiones, se decidió no reconstruir este laberinto de manera permanente (numerosas dificultades complican este proyecto). Se ha decidido proponer una reconstrucción reversible gracias a una proyección luminosa en el suelo que aparece a petición del público.
Catedral de Nuestra Señora de Reims
Abierta todos los días de 7:30 h a 19:30 h.