La fondue de queso, plato nacional suizo, se extendió por las montañas francesas para convertirse en la "fondue saboyana", que se ha convertido en sinónimo de vacaciones en la nieve.
Aparecida antes de 1885 en Suiza, la fondue, tal como se conoce hoy en día, es un plato muy sencillo que consiste en fundir quesos de corteza dura (como el gruyère, el beaufort o el comté) en un recipiente esmaltado de hierro o terracota llamado "caquelon", donde se moja un trozo de pan con la ayuda de un pinchito con el mango largo.
De origen suizo, este plato conquistó rápidamente Saboya, y se conoce desde Franche-Comté hasta el Piamonte.
Pero en la confederación helvética, la fondue no es la misma en todas las regiones.
La fondue de Vaud se prepara exclusivamente a base de gruyère, la de Friburgo con vacherin friburgués, la mitad-mitad está preparada con un 50% de gruyère y un 50% de vacherin, la de Neuchâtel contiene un 50% de gruyère y un 50% de emmental, y en la parte central de Suiza se usa una mezcla con tres partes iguales de gruyère, emmental y sbrinz.
En Francia, hay dos tipos de fondue: la saboyana (con tres partes iguales de emmental, beaufort y comté) y la de Jura (que contiene únicamente comté).
La fondue es un plato para compartir, cuya informalidad viene reforzada por la típica búsqueda del trozo de pan que se te pierde en el "caquelon" (cazo).