Cinco departamentos (Aude, Gard, Hérault, Pirineos Orientales y Lozère) para cinco identidades. Más que en cualquiera otra región, Languedoc-Rosellón presenta una gran variedad de contrastes que hacen que resulte difícil asignarle una unidad geográfica o cultural.
Evidentemente, la posición de cuatro de estos departamentos a orillas del Mediterráneo podría ser la unidad geográfica, pero entonces sería dejar de lado a Lozère que solo tiene vistas a la tierra, ¡pero qué tierra!
Por tanto, parece que no hay unidad y finalmente esto es lo que hace la fuerza de atracción de esta región en la que encontramos el espíritu de la Provenza y el acento del País Catalán. Languedoc-Rosellón forma parte de los territorios franceses más visitados y debe su notoriedad a las personalidades muy marcadas de estos habitantes orgullosos de las tradiciones locales, de las cuales son depositarios. Corrida camarguesa, justas, lengua occitana o catalana, estas tradiciones no se realzan simplemente para atraer a los turistas y mostrarles lo auténtico, sino que están realmente incorporadas en el cuerpo y alma de los habitantes.
En esta gran región encontramos Lozère con las maravillas de la tierra como el Aven Armand, las gargantas del Tarn y el Parque Nacional de las Cevenas, donde las leyendas hablan de lobos y de la bestia de Gévaudan.
Hérault, el país bañado de agua y sol en el que se alza Montpellier y la Venecia de Languedoc, Sète.
Aude, la tierra de la historia cátara con sus castillos y sus nombres de ciudades que respiran sol como Carcasona o Castelnaudary, la capital del cassoulet.
Los Pirineos Orientales donde la España catalana pone el acento. Entre el mar y la montaña encontramos Perpiñán, Collioure y el vino de Banyuls.
Y el Gard, su famoso puente, la ciudad de Nimes y sus plazas de toros, cuyas fronteras le ofrecen el carácter del valle del Ródano, del Mediterráneo y de las Cevenas.
No hay una identidad común, sino una multiplicidad que se observa en los caracteres, los paisajes, las tradiciones y las culturas. Quizás sea ese el punto de unión de esta región.