El norte de Mosa
  Avioth: pequeño pueblo dominado por su basílica dedicada a Nuestra Señora y construida entre los siglos XII, XIV y XV. No te puedes perder la cercana basílica de la Recevresse, un lugar de culto y una auténtica joya de la que se puede ver una copia en el Palacio de Chaillot de París.
Montmédy: esta ciudadela construida sobre un promontorio rocoso por Carlos V en el siglo XVI fue remodelada por Vauban en el siglo XVII y acondicionada por Séré de Rivières. Se conserva en perfecto estado y alberga dos museos: el museo de la fortificación, que gira alrededor de la evolución de la arquitectura militar, y el museo Jules Bastien Lepage, con obras del pintor paisajista y retratista del siglo XIX. (Oficina de turismo de Montmédy: 0033 (0)3-29-80-15-90).
Dun-sur-Meuse: La iglesia, que data del siglo XIV, encierra tesoros arquitectónicos y una escultura de Ipousteguy.
Marville: este pequeño pueblo está formado por casas de inspiración hispánica que datan del siglo XVI. Damvilliers: la iglesia romana cuya arquitectura data de los siglos XII y XVI es de estilo gótico flamígero.

Verdún y su región
Verdún: la ciudad de Verdún fue fortificada por Vauban en el siglo XVII. Cuenta con un doble cinturón de fuertes que en 1914 la convirtió en la fortaleza francesa más infranqueable.
La Vía Sagrada: esta ruta fue la única que permitió el reabastecimiento de las tropas francesas durante la batalla de Verdún, sale de Bar-le-Duc y termina en Verdún. Maurice Barrès la bautizó. Alrededor de esta vía encontramos numerosos fuertes, monumentos y cementerios que atestiguan el infierno que se vivió en Verdún (360 000 muertos franceses).
La ciudadela subterránea: un recorrido único en Europa que recrea 15 escenas de la vida de los soldados de la infantería francesa de la Primera Guerra Mundial. Se descubre a lo largo de un paseo en un pequeño tren. (Oficina de turismo de Verdún: 0033 (0)3-29-86-14-18).
El Fuerte de Douamont: visita del puesto de mando, las habitaciones y el equipamiento de la obra militar más defensiva y armada.
Osario de Douamont: aquí yacen los restos de 130 000 soldados desconocidos. Una sala de proyección permite visualizar el documental «El heroísmo del combatiente de Verdún». Memorial de Verdún: este lugar es una fuente de información (documentos, armas, equipamientos...) sobre la suerte y las condiciones de vida de los soldados de la batalla de Verdún.
La catedral de Verdún domina la ciudad desde hace más de 1000 años. Es de estilo románico renano.
La Tour Chaussée y la Puerta de San Pablo: dos edificios que merecen una visita prolongada.

L'Argonne
Romagne sous Montfaucon: en este pueblo se encuentra la mayor necrópolis de Europa, un cementerio americano que se extiende a lo largo de 52 hectáreas.
Lachalade: dos monumentos imprescindibles: la abadía cisterciense fundada a principios del siglo XII y la iglesia del siglo XIV que se distingue por la pureza y la austeridad de su estilo (no te puedes perder el magnífico rosetón y la nave, de una sobriedad intacta).
Vauquois: la colina de Vauquois fue el escenario de violentos combates durante la guerra 14-18. Las galerías excavadas por ambos bandos configuran un auténtico hormiguero. Este lugar ha sido declarado monumento histórico. (0033 (0)3-29-80-73-15).

El sur del valle del Mosa
  La iglesia fortificada de arte románico de Dugny sur Meuse es la más antigua de Mosa. Fue construido en el siglo XI y fortificada en los siglos XV y XVI.
Situado en la orilla derecha del Mosa, Saint-Mihiel es uno de los mayores exponentes del patrimonio arquitectónico del Renacimiento. En esta ciudad se encuentran dos obras de Ligier Richier, nacido en Saint-Mihiel: el Sepulcro (un grupo de trece personajes tallados en la piedra y que datan de 1554-1564, en la iglesia de San Esteban) y el Desmayo de la Virgen (en madera de nogal de 1531 En la abadía de San Miguel).
Otro lugar de interés: la biblioteca benedictina que incluye 9000 libros, entre los que se cuentan 74 manuscritos de los siglos IX al XVI. (0033 (0)3-29-89-06-47)
Commercy: el castillo de Commercy fue la residencia de verano del rey Estanislao Leszczynski, duque de Bar y de Lorena. En cuanto al museo de la cerámica, incluye una colección de piezas de marfil europeas y asiáticas del siglo XIX.
Vaucouleurs: esta ciudad debe su fama a Juana de Arco. En la capilla castrense, en la que a Juana le gustaba recogerse, se puede visitar la cripta y admirar las vidrieras que representan episodios de su vida.

La costa de Mosa y Woëvre
  Los nostálgicos de El gran Meaulnes podrán visitar en el cementerio militar francés de Saint Rémy la Calonne la tumba de su autor, Alain Fournier, y los amantes de las esculturas de Ligier Richier podrán acudir a Etain para descubrir su Piedad.
En Hannonville-sous-les-côtes se encuentra la casa de las artes y las tradiciones rurales, en la que se puede visitar una casa vitícola típica de 1850.

El sur de Mosa
  La ciudad alta de Bar-le-Duc es un espacio protegido. Su arquitectura es de estilo renacentista y alberga la iglesia de San Esteban, donde se encuentran dos obras de Ligier Richier: «Le Transi» (obra maestra francesa de la historia del arte) y el «Calvario», de madera policromada.
Bonnet fue un lugar de peregrinaje en la Edad Media, cuando se acudía para rezar a San Florentino, en una ermita de origen irlandés del siglo VIII. En el interior de la iglesia, se encuentra su tumba, así como pinturas murales que ilustran su vida.