En la actualidad Limousin es la segunda región menos poblada de Francia, pero en esta región de naturaleza próspera es donde encontramos las huellas del hombre de Neandertal. Es impresionante que "el eslabón perdido entre el hombre y el mono" se haya asentado en el corazón de estos paisajes verdes y ondulados. Aquí, el medio ambiente es generoso.
Desde las primeras edades de la Humanidad hasta hoy, los hombres instalados en Limousin han sabido sacar provecho de esta abundancia. Basta sentarse a la mesa con ellos para comprender que riqueza y diversidad se encuentran desde el plato. Con productos de primera calidad como las vacas Limousin, los corderos lechales o las castañas, la gastronomía de la región adquiere aquí todo su sentido en el respeto de las tradiciones.
La instalación humana en estas tierras evidentemente ha permitido desarrollar un patrimonio humano destacable como demuestra la ruta Ricardo Corazón de León y las 19 obras maestras o el arte de la porcelana.
Entre las visitas del patrimonio y la degustación de productos locales, destaca sobre todo, y por todas partes, la naturaleza. Tanto si te gusta montar en bicicleta, como hacer senderismo o practicar deporte al aire libre, Limousin es el destino "bocanada de aire".