El Estado de Granada consta de la isla homónima, pero también está formado por las Granadinas meridionales, Carriacou y la Pequeña Martinica.
La isla de Granada ofrece más de cuarenta playas paradisíacas. El decorado verdaderamente se parece a una postal: arena blanca y fina, aguas color turquesa, barreras de coral, palmeras que bordean la playa...
Modelada por el vulcanismo, con sus lagos de cráteres y sus pendientes recubiertas por la selva tropical, la isla de Granada es el jardín del Edén en la Tierra. Aquí prosperan las cascadas de agua cristalina y las manzanas doradas, así como la nuez moscada, una especie que embalsama toda la isla, y que encontramos en los helados, el ti punch, los ragús y en los puestos del mercado de St George's.
Por su situación al sur del arco de las Antillas, Granada posee una flora similar a las otras islas. No obstante, la vegetación puede diferir de una isla a otra. El clima de Carriacou es mucho más seco, aquí encontramos cactus, acacias y buganvillas.
La isla, al igual que todas las islas del Caribe, ofrece lugares memorables para el submarinismo y excursiones para contemplar el amanecer y la puesta de sol. La fauna subacuática no se queda atrás y cuenta con muchas especies, como las imponentes tortugas de mar.
En la isla principal, encontramos una exuberante jungla húmeda, un entorno ideal para todo tipo de especies. Cuando vayas de paseo te encontrarás con monos, mangostas y armadillos. Asimismo, la isla acoge a muchas especies de aves de todos los tamaños y los colores como el pelícano, el águila y el colibrí pequeño.